MESSI, EL CAMPEÓN QUE JUEGA PARA EL CIELO: “DIOS ME REGALÓ UN DON”
- Canal Vida
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El 10 argentino abrió su corazón y habló de su fe: “Dios me regaló un don, me eligió a mí”. El astro reveló el secreto espiritual detrás de su carrera y cómo el Mundial de Qatar fue un milagro compartido con el cielo.
Lionel Messi volvió a conmover al mundo, pero esta vez no con un gol, sino con una confesión de fe. En el America Business Forum, en Miami, el astro argentino habló del mayor secreto de su carrera: su relación con Dios. “Dios me regaló un don, me eligió a mí”, dijo con la serenidad de quien sabe que el éxito no viene de la tierra, sino del Cielo.
EL TALENTO QUE NACIÓ EN LA GRACIA
“Desde chico supe que había algo especial, pero entendí que no bastaba con eso”, afirmó Messi. En un auditorio repleto, el capitán argentino confesó que su vida cambió cuando comprendió que su habilidad era una responsabilidad espiritual. “Soy un agradecido a Dios porque Él me dio lo principal”, aseguró.
En su voz no había soberbia, sino gratitud. El jugador que conquistó el planeta con su zurda habló de esfuerzo, sacrificio y fe. “Hay mucha gente con talento, pero para ser profesional hay que hacer un sacrificio muy grande”, insistió. Sus palabras resonaron como una homilía moderna: el éxito sin humildad se vacía de sentido.
“GANAR EL MUNDIAL FUE COMO VER NACER A MIS HIJOS”
Cuando recordó la final del Mundial de Catar 2022, Messi volvió a emocionarse: “Fue una sensación inmensa, difícil de explicar... la comparo con el nacimiento de mis hijos”. Para él, aquel trofeo fue un acto de fe compartido con un pueblo entero que rezó, lloró y celebró. “Argentina necesitaba esa alegría”, dijo.
En esa victoria —confesó— sintió la mano de Dios. No fue solo una revancha deportiva, sino una redención espiritual. El niño que partió de Rosario con un sueño regresó al mundo convertido en símbolo de humildad, constancia y fe.
LAS LLAVES DE UNA VIDA NUEVA
El alcalde de Miami le entregó las llaves de la ciudad, pero Messi sabe que las puertas más valiosas no son las terrenales. “El fútbol tiene fecha de caducidad”, dijo, “por eso hoy valoro más los momentos en familia y quiero seguir aprendiendo”.
Su renovación con el Inter Miami hasta 2028 no es un gesto económico, sino afectivo. “Fue una decisión en familia”, explicó. “Estoy feliz, en paz, y quiero ayudar a que el equipo crezca”.
Fuera de la cancha, ya imagina nuevos caminos. Habló de proyectos empresariales y sociales, pero también de algo más profundo: la misión de inspirar a otros. “Después del Mundial, no necesito más títulos. Lo importante es dejar algo que sirva a los demás”.
EL CAMPEÓN QUE JUEGA PARA DIOS
A sus 38 años, Messi es mucho más que un jugador. Es el hombre que unió talento con propósito. Su frase —“Dios me eligió a mí”— no es un gesto de vanidad, sino un acto de fe.
En una época que idolatra la fama y olvida lo divino, el mejor futbolista del mundo nos recuerda que el don no es del hombre, sino de Dios, y que el verdadero gol no está en las redes, sino en el alma.
Messi no corre solo por la gloria, corre por el Cielo.