El Misterio que la Ciencia No Pudo Callar: Los Estigmas Reales de Louise Lateau
- Canal Vida

- 30 oct
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A 175 años de su nacimiento, la joven belga Louise Lateau vuelve a desafiar la ciencia. La Universidad de Lovaina confirmó que sus heridas eran reales: cada viernes sangraba y revivía la Pasión de Cristo. Su misterio sigue conmoviendo al mundo.

A 175 años de su nacimiento, el caso de Louise Lateau, la joven belga que sangraba cada viernes reviviendo la Pasión de Cristo, vuelve a estremecer al mundo científico y espiritual. La Universidad de Lovaina publicó recientemente seis volúmenes médicos concluyendo algo inaudito: “Sus estigmas son reales”.
Nacida en 1850 en Bois-d’Haine, Louise era una campesina sencilla cuando, a los 17 años, comenzaron a aparecerle heridas sangrantes en manos, pies y costado. Cada viernes, su cuerpo entraba en éxtasis, y su rostro se iluminaba mientras revivía, entre lágrimas y oraciones, el sufrimiento de Jesús. Los testigos aseguraban que su habitación se llenaba de un aroma floral y que su cuerpo irradiaba una paz sobrenatural.

La comunidad científica de la época intentó desacreditar el fenómeno. Decenas de médicos y profesores la examinaron, cubriendo sus manos con guantes sellados y encerrándolas en tubos de vidrio. Pero el resultado fue siempre el mismo: las heridas se abrían y sangraban misteriosamente. La Real Academia Belga de Ciencias admitió lo impensable: “No hay explicación natural posible”.
Durante los experimentos, incluso al reproducir heridas artificiales junto a los estigmas, sólo las marcas verdaderas sangraban sin infección, sin fiebre, sin dolor humano común. Louise, debilitada y serena, ofrecía su sufrimiento por los pecadores.
Murió en 1883, a los 33 años, como Cristo. Hoy, su causa de beatificación sigue abierta y su historia desafía los límites de la razón. En un mundo que ha olvidado el silencio, sus heridas siguen gritando que el dolor puede ser amor, y el milagro, verdad.









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