La Tierra Grita: La Iglesia Declara que Destruir el Medioambiente es un Pecado contra la Creación
- Canal Vida
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El grito de la Iglesia retumba en el mundo: destruir el medioambiente no es solo un crimen ecológico, sino un pecado contra Dios. Los obispos denuncian la codicia humana y piden una cruzada espiritual por la Tierra.
La Iglesia alzó su voz con fuerza profética. En Ghana, durante la Asamblea de Obispos, el presidente de la Conferencia Episcopal, Mons. Matthew Kwasi Gyamfi, denunció que la destrucción ambiental “es una forma silenciosa de violencia contra los vulnerables y un pecado contra la Creación”.
El prelado advirtió que la minería ilegal —el devastador Galamsey— está corroyendo “la tierra y el alma moral de nuestra nación”. Según datos de la Iglesia, el 60% de los ríos y arroyos de Ghana están contaminados, 34 reservas forestales han sido devastadas y más de 4.700 hectáreas de bosque desaparecieron. Pero lo más grave, sostuvo Gyamfi, “es el daño invisible: la codicia humana, que mata tanto como el veneno derramado en el agua”.
Desde el espíritu de Laudato si’, la encíclica ecológica del Papa Francisco, los obispos africanos recordaron que cuidar la creación “no es una opción ambiental, sino un deber moral y un acto de amor hacia las generaciones futuras”. En su mensaje, Gyamfi pidió mirar la Tierra no como una propiedad que explotar, sino como “un don sagrado que proteger”.
La Conferencia Episcopal propuso una cruzada verde: campañas pastorales ecológicas, colaboración con jóvenes y redes contra el Galamsey. “Los pobres, las mujeres y los niños —denunció— son las primeras víctimas de esta tragedia moral: beben agua envenenada y respiran polvo de muerte”.
Mientras el mundo discute sobre desarrollo y economía, la Iglesia vuelve a recordarlo con palabras que estremecen: “quien destruye la Tierra, destruye también el alma del hombre”. Porque pecar contra la Creación, hoy, es pecar contra el mismo Dios que la hizo florecer.