El grito de la Iglesia retumba en el mundo: destruir el medioambiente no es solo un crimen ecológico, sino un pecado contra Dios. Los obispos denuncian la codicia humana y piden una cruzada espiritual por la Tierra. La Iglesia denuncia la minería ilegal como una “violencia silenciosa contra los vulnerables” y un “pecado contra la Creación”. La Iglesia alzó su voz con fuerza profética. En Ghana, durante la Asamblea de Obispos, el presidente de la Conferencia Episcopal, Mons. M