El "Santo" de Traje y Corbata
- Canal Vida
- 28 jun
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Enrique Shaw podría ser el primer empresario santo de la historia. El Vaticano aprobó un milagro por su intercesión y solo falta el aval del Papa. Un hombre que rezaba en la oficina... y predicaba con su ejemplo.

El cielo tiene nuevo candidato… y usaba maletín. La noticia sacudió a los pasillos de la fe y del mercado: Enrique Shaw, empresario argentino, está a un paso de ser declarado beato. Lo confirmó el vicepostulador de la causa, monseñor Santiago Olivera, a la agencia católica AICA. Indicó que por unanimidad la Comisión de Teólogos del Vaticano validó la oración de intercesión en un milagro atribuido al laico y primer presidente de Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE).
Ahora, sólo falta la última instancia —el juicio de obispos y cardenales— para que su nombre sea proclamado oficialmente en los altares. Y lo llamativo es que no fue mártir ni misionero… sino empresario.

AMOR AL PRÓJIMO
En un mundo donde la figura del empresario suele estar asociada al lucro y al poder, Shaw fue la excepción que rompe todas las reglas.
Director en Cristalerías Rigolleau, pero también padre de nueve hijos, impulsor de leyes sociales, fundador de la ACDE y promotor incansable de la Doctrina Social de la Iglesia. Lo más insólito: quería ser obrero. Pero un sacerdote lo convenció de que su “fábrica de santidad” estaba en las oficinas.

EL MÁRTIR DE LA OFICINA
Le decían “el jefe que rezaba por sus empleados”. Visitaba a los enfermos, ayudaba a los necesitados, no temía compartir el sufrimiento de quienes trabajaban con él.
Lo recuerdan en su escritorio leyendo la Biblia, con una cruz al cuello y una sonrisa sin doblez. Para Enrique, la empresa era un lugar sagrado, un espacio de comunión, no de explotación.
En abril de 2021, el papa Francisco reconoció sus virtudes heroicas. A partir de entonces, su causa cobró impulso. En enero de este año, el milagro que se le atribuye superó la primera instancia médica. Y ahora, la teológica.
El prodigio está relacionado con una curación inexplicable tras una oración dirigida al venerable. Si los cardenales y obispos también lo aprueban, León XIV podría firmar su beatificación este mismo año.

¿EL PRIMER SANTO EMPRESARIO DEL MUNDO?
Sería un hito. Aunque la Iglesia cuenta con santos que fueron reyes, banqueros y comerciantes, ninguno había sido formalmente canonizado como “empresario”. Shaw podría convertirse en el primer hombre de negocios elevado a los altares como tal.
Su legado resuena hoy más que nunca: demostrar que se puede ser fiel a Dios sin abandonar el mundo, que se puede llevar el Evangelio hasta el último rincón del mercado.
Shaw murió en 1962, pero su historia acaba de comenzar. Y si algo queda claro, es que su causa no es una excepción: es una profecía. Porque la santidad no tiene uniforme… y a veces, se viste con traje y corbata.
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