El Sacerdote que Lloró de Alegría: Una Unción que Conmovió al Mundo Digital
- Canal Vida
- 25 sept
- 2 Min. de lectura
Un sacerdote grabó un video tras impartir la Unción de los Enfermos a un moribundo y sus lágrimas conmovieron al mundo. Su testimonio se volvió viral, despertando miles de historias de fe y recordando que el Cielo se abre en un hospital.

Un simple video grabado con un celular se convirtió en una ola de fe que recorrió las redes sociales. El protagonista: el padre Ricardo Rivera Gutiérrez, conocido como @arquero_de_dios, que, con lágrimas en los ojos, compartió lo que acababa de vivir tras impartir la Unción de los Enfermos a un moribundo en un hospital.
“Hoy una familia está llorando fuerte, fuerte… pero no se imaginan lo que siento, porque hoy una persona va a entrar al cielo”, expresó conmovido el sacerdote, en un testimonio que superó las 43 mil reacciones en pocas horas.
EL PODER DE UN SACRAMENTO AL LÍMITE DE LA VIDA
En el video, el sacerdote narra que dentro de esa habitación no solo había dolor, sino también esperanza. La familia, entre lágrimas, escuchó que su ser querido estaba “limpio de todo pecado” y preparado para el encuentro definitivo con Dios. “Lloren, pero también alégrense”, insistió el padre Rivera.
La Unción de los Enfermos, muchas veces llamada el “sacramento olvidado”, apareció ante millones de usuarios como una puerta de gracia y consuelo. El mensaje viral recordó que no es un rito de derrota, sino un acto de victoria espiritual frente a la muerte.

UNA FE QUE DESPIERTA MEMORIAS
Los comentarios en la publicación no se hicieron esperar. Historias de bautismos en medio de la desesperación, de padres que murieron en paz tras ser ungidos, o de hijos salvados por la oración, se multiplicaron. Cada palabra del sacerdote encendió una cadena de testigos.
Uno de los usuarios escribió: “Mis padres murieron con la Unción y creo firmemente que gozan de la gloria eterna”. Otro recordó cómo el bautismo de su hija enferma en UCI cambió su destino.
EL CIELO SE ABRE EN UN HOSPITAL
El gesto del padre Rivera trascendió lo personal. En tiempos de incredulidad, mostró que la fe puede brillar en la hora más oscura. Y el mundo digital, muchas veces escenario de odio y superficialidad, se convirtió en un altar improvisado donde la esperanza se hizo viral. Porque, como recordó el sacerdote: “Hoy alguien ha entrado al cielo”.
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