El Frío No Espera… ¡Y Dios Tampoco!

Mientras el frío aprieta, cientos de internos en Tacumbú sobreviven sin abrigo. La Pastoral Penitenciaria lanzó una campaña urgente para llevar ropa, alimento y esperanza a quienes más lo necesitan. Dios también está detrás de esas rejas.

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Un abrigo que también es dignidad. Guantes, gorros, mantas, botas… cada prenda cuenta. La campaña solidaria por los internos de Tacumbú no solo busca combatir el frío, sino recordar que detrás de cada muro hay una vida que aún espera un gesto de humanidad.

Mientras las temperaturas caen, los muros de Tacumbú no abrigan el alma. Detrás de cada celda hay una historia, una madre que reza, un hijo que llora, un hombre que se pregunta si alguien todavía piensa en él. La Pastoral Penitenciaria sí lo hace. Y necesita de todos nosotros.

Con apoyo de la Pastoral Social del Arzobispado de Asunción, se lanzó una colecta urgente de ropa de invierno para los privados de libertad del penal más poblado y vulnerable del país. El llamado es claro y desgarrador: "No dejemos que el frío también los castigue".

Se reciben camperas, tricotas, buzos, bufandas, gorros, medias, calzados, mantas y frazadas. Prendas que, quizás, en tu placard están olvidadas... pero que en Tacumbú podrían ser un abrazo de dignidad, un gesto de fe.

Y para quienes deseen ayudar con más, también está abierta una cuenta bancaria solidaria. Todo lo recaudado se destinará a la compra de alimentos y medicamentos, porque el invierno no solo congela, también duele por dentro.

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“Dios está donde hay compasión”, repiten los voluntarios. Y hoy, Cristo vuelve a estar preso. No en la culpa, sino en los olvidados. Y espera, temblando, que vos lo abraces con lo que tengas.

Porque el Evangelio se escribe con actos, no con excusas. Que tu abrigo no falte. Que tu generosidad lo libere del olvido.

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