Los Jóvenes que Llevaron el Corazón del Paraguay al Vaticano
- Canal Vida
- 27 jul
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La delegación guaraní ya está en Roma para el Jubileo de la Juventud. Lo que vivieron al pisar el Vaticano emociona al mundo. Entre lágrimas, cantos y fe, llevaron el alma del Paraguay al corazón de la Iglesia.

Apenas pusieron un pie en la Ciudad Eterna, algo cambió. Una emoción profunda, lágrimas contenidas y un susurro común: “Estamos en Roma, y venimos por Dios”. Así comenzó la travesía de los 32 jóvenes paraguayos que hoy representan a toda una nación en el esperado Jubileo de los Jóvenes.
No llegaron como turistas, lo hicieron como lo que verdaderamente son: peregrinos de esperanza. Venidos de la arquidiócesis de Asunción, los jóvenes desembarcaron en medio de un calor abrazador, pero nada los detuvo: su fuego interior ya ardía con más fuerza que el sol del mediodía romano.

EL CAMINO DE FE
Su primera parada fue Castel Gandolfo, donde las Hermanas Apostolinas los recibieron como a verdaderos hijos del Reino. Compartieron un almuerzo comunitario y participaron en una emotiva misa de bienvenida. Allí se les entregaron los kits oficiales del Jubileo, con la cruz del peregrino, la credencial y un mensaje de León XIV: “Sean testigos vivos del Evangelio en un mundo que olvida a Dios”.
Desde temprano este domingo, comenzaron su caminata espiritual por los lugares más sagrados del cristianismo. Visitaron la basílica de Santa María la Mayor, se postraron ante la tumba del Papa Francisco —a quien ellos llaman con cariño “el Papa que nos entendía”— y, con los ojos llenos de lágrimas, ingresaron a la majestuosa basílica de San Pedro.
En lo mas profundo sintieron que el cielo de la Ciudad Eterna los abrazaba, les contaba secretos que le hacían brotar lágrimas de felicidad, y un regocijo en el alma al mirar el altar de la cátedra de Pedro.

MILLONES DE JÓVENES REUNIDOS POR DIOS
El Jubileo de los Jóvenes comienza oficialmente este lunes 28 de julio, y reunirá a cientos de miles de jóvenes de más de 100 países. Este evento forma parte del Año Jubilar 2025, proclamado por Francisco antes de su fallecimiento, como un llamado a reavivar la fe en medio de un mundo herido.

Los jóvenes paraguayos ya están caminando entre banderas de todas las naciones, cantando, rezando y testimoniando. Son los embajadores de un pueblo de fe, de un país que no se rinde ante las dificultades y que sigue creyendo en los milagros.
Hoy, más que nunca, Paraguay está en Roma. Y no con discursos ni con promesas vacías, sino con jóvenes de carne y hueso que decidieron dejarlo todo para vivir esta experiencia única. Porque cuando se trata de la fe… los paraguayos no se achican.
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