“El Chico que Encendió a Dios en Internet”: El Impactante Documental sobre Carlo Acutis
- Canal Vida
- 23 sept
- 2 Min. de lectura
Un joven de vaqueros y zapatillas que vivió con el corazón en el cielo. El nuevo documental sobre san Carlo Acutis revela el secreto de su santidad: lo extraordinario escondido en lo ordinario. Una historia que estremece.

Un adolescente que jugaba videojuegos, creaba páginas web y amaba la pizza… pero que al mismo tiempo se convirtió en un profeta de la Eucaristía para el mundo entero. Así presenta The Boy from Milan a san Carlo Acutis, canonizado el pasado 7 de septiembre por el Papa León XIV, como el primer santo millennial de la historia.
Lejos de un retrato frío o distante, el documental —producido por el Augustine Institute— se mete en la intimidad de quienes lo conocieron: su madre Antonia Salzano, amigos, profesores y médicos. Y lo que emerge no es un ídolo de yeso, sino un muchacho de vaqueros, zapatillas y mochila, que eligió la Eucaristía como su mayor tesoro.
LA SANTIDAD DE LO COTIDIANO
La producción desmonta mitos: Carlo no hacía milagros con un chasquido de dedos ni predicaba desde un pedestal. Su secreto era otro: vivir lo extraordinario en lo ordinario. Ayudaba a los pobres, rezaba con fervor, pero también programaba webs y disfrutaba de sus videojuegos. Solo se permitía una hora de PlayStation a la semana, porque sabía que nada debía desplazar su centro: Jesús.

TESTIMONIOS QUE CONMUEVEN
El documental da voz a quienes fueron transformados por su fe. Fabrizio, su profesor de religión, admite que gracias a Carlo redescubrió la vida cristiana. Mercedes, una médica centroamericana que lo atendió en sus últimos días, confesó que su propia lucha contra el cáncer cobró sentido al ver la paz con la que el joven aceptó su destino.
Y en la parroquia de Santa María Segreta, en Milán, las cámaras muestran el sagrario donde Carlo iba cada día: una puerta abierta entre su casa y el cielo.
UNA REVOLUCIÓN DIGITAL Y ESPIRITUAL
Carlo diseñó una página web que recopilaba milagros eucarísticos reconocidos por la Iglesia. Hoy, esa exposición digital sigue siendo visitada por miles de fieles en todo el mundo. Por eso lo llaman el “Ciber Apóstol de la Eucaristía”.
El documental no esconde su costado juvenil: la risa fácil, la sencillez, las bromas con sus amigos. Pero es precisamente ahí donde aparece el mensaje más fuerte: la santidad no es inaccesible, es una posibilidad para todos.

UN ESPEJO PARA LOS JÓVENES
En un mundo saturado de redes sociales y vacío existencial, la figura de Carlo se erige como faro. El documental insiste: no se trata de renunciar a ser joven, sino de vivir con coherencia, de poner a Dios primero.
“Carlo nos recuerda que los santos no son superhéroes irreales: son personas que supieron amar de manera radical”, dice el productor Edmundo Reyes.
Y esa es la provocación más sensacional: ¿estamos dispuestos a vivir como Carlo? Un chico común que, con 15 años, dejó un legado que ni la muerte pudo apagar.
Comentarios