“QUIEN SE CANSA DEL DIÁLOGO YA RENUNCIÓ A LA PAZ”: EL GOLPE DEL PAPA A UN MUNDO QUE GRITA
- Canal Vida

- hace 1 día
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No fue diplomacia suave ni palabras cuidadas. El Papa León XIV lanzó una advertencia frontal al mundo: cuando se abandona el diálogo, se renuncia a la paz. Un mensaje incómodo que desnuda la violencia escondida en las palabras.

No fue un discurso diplomático amable ni una reflexión tibia. Fue una advertencia directa, casi incómoda. Ante más de tres mil funcionarios reunidos por el Jubileo de la Diplomacia Italiana, el Papa León XIV lanzó una frase que resonó como un juicio moral sobre nuestro tiempo: “Quien se cansa del diálogo se cansa de esperar la paz”.
El Pontífice puso el dedo en la herida de una época dominada por la ofensa, la propaganda y la hipocresía. Denunció sin rodeos la “guerra de palabras” que envenena la vida pública, donde el insulto reemplaza a la escucha y la mentira se disfraza de discurso. Para León XIV, cuando el diálogo se abandona, no queda neutralidad posible: queda la resignación a la violencia.
Con tono firme, recordó que la esperanza no es un deseo ingenuo, sino una voluntad activa que busca el bien y la justicia incluso cuando parecen ausentes. Y fue claro: solo quien espera de verdad sigue apostando al diálogo, incluso en medio de tensiones, conflictos y fracasos.

El Papa desnudó una diplomacia vacía, reducida a formalidades, cálculos y beneficios partidistas, y la contrastó con la auténtica misión de reconciliar desde el corazón. “Ad cor”, al corazón, insistió, porque los acuerdos verdaderos no nacen del cinismo sino de la palabra honesta, dicha sin dobleces.
León XIV fue más allá: pidió “desarmar las palabras”, educar el lenguaje, elegir términos que construyan y no destruyan. El silencio que escucha —dijo— abre caminos; el insulto, en cambio, es una agresión que prepara la guerra.
En un mundo cansado de dialogar, el Papa no suavizó el diagnóstico: renunciar a la conversación es renunciar a la paz. Y quien hace eso, advirtió, ya eligió de qué lado de la historia quiere quedar.









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