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León XIV Estremece Roma con un Grito de Comunión: “¡Que Nuestras Diversidades Sean Taller de Unidad!”

  • Foto del escritor: Canal Vida
    Canal Vida
  • 29 jun
  • 3 Min. de lectura
Pedro y Pablo discutieron. Se enfrentaron. Se contradijeron. Pero juntos murieron por Cristo. Y hoy, desde el corazón mismo de la Iglesia, el Papa clama que esa tensión fecunda es la semilla de una nueva evangelización.
León XIV
Con voz firme y corazón abierto, el Papa exhorta a la Iglesia a no acostumbrarse a la violencia del mundo. Un llamado urgente desde el trono de Pedro. (Fotografía: Vatican Media)

29 de junio. Basílica de San Pedro. Más de 10.000 personas —dentro del templo y en la plaza— escucharon la palabra de León XIV con los ojos y el alma encendidos. En el altar de la Confesión, se celebraba la solemnidad de los santos Pedro y Pablo, con la tradicional imposición del palio a 54 nuevos arzobispos de todo el mundo. Pero lo que estremeció no fue el rito, sino la palabra.

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UNIDAD SIN UNIFORMIDAD: EL NUEVO GRITO DE ROMA

El Papa no habló de una Iglesia sin diferencias. Habló de una Iglesia que se nutre de ellas. Recordó que Pedro era un pescador simple, y Pablo, un intelectual riguroso. Que uno negó a Cristo, y el otro persiguió a los cristianos. Que discutieron cara a cara. Pero que ambos terminaron dando la vida por la misma fe.


“Que nuestras diversidades no nos dividan, sino que sean taller de unidad y comunión”, proclamó con fuerza. Y esa frase ya circula por todo el mundo como consigna de una Iglesia viva.


León XIV
Frente al icono milagroso del Salvador, los palios esperan ser colocados sobre los hombros de nuevos pastores. Cada uno es promesa de fidelidad y entrega hasta el final. (Fotografía: Vatican Media)

CONFLICTOS SANTOS, COMUNIÓN REAL

Citó sin miedo la Carta a los Gálatas: “Cuando Cefas llegó a Antioquía, yo le hice frente”. No para alentar disputas, sino para mostrar que el conflicto no destruye la comunión cuando hay verdad y Espíritu.

León XIV
En una ceremonia cargada de simbolismo, el Papa León XIV impone el palio a nuevos arzobispos, signo de unidad con Roma y compromiso pastoral hasta el martirio. (Fotografía: Vatican Media)

“El Espíritu no borra lo que somos, sino que une nuestras diferencias como quien compone una sinfonía”, dijo León XIV, con voz grave y ojos encendidos.

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NUEVOS COMPROMISO

A los 54 arzobispos que recibieron el palio, el Papa les habló con fuerza: “No sean jefes de oficina. Sean pastores que caminen con el pueblo, que escuchen, que convivan con ideas distintas y no se asusten de la diferencia”.


Desde Guam hasta Perú, desde Estados Unidos hasta Nueva Caledonia, los nuevos metropolitanos recibieron esa carga y esa bendición: ser puentes, no murallas.


León XIV
La basílica de San Pedro se tiñó de rojo en la Solemnidad de San Pedro y San Pablo, con decenas de arzobispos unidos bajo la guía del sucesor de Pedro. (Fotografía: Vatican Media)

“¿QUIÉN ES HOY JESÚS PARA VOS?”

Sobre el final, el Papa encendió una pregunta que ya da vueltas en miles de corazones: “¿Quién es hoy Jesucristo para nosotros? ¿Una tradición vieja o una llama viva?”.


Con esa chispa, León XIV le dio a la Iglesia no un discurso, sino un llamado a despertar.

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CAMINEMOS JUNTOS, AUNQUE SEAMOS DISTINTOS

“Pedro y Pablo no fueron iguales. Pero fueron hermanos. No pensaron igual. Pero murieron abrazados por la misma Verdad”, cerró León XIV.


Y desde el corazón de Roma, volvió a proclamar que la diversidad no es debilidad, sino riqueza cuando hay Espíritu.



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