La Cámara del Papa Francisco Sale a Subasta: La Leica que Hizo Temblar a los Coleccionistas del Mundo
- Canal Vida
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Una cámara única fabricada para Francisco desató una guerra de coleccionistas: la exclusiva Leica blanca ya superó los 85.000 euros y promete romper récords. Grabados sagrados, diseño irrepetible y un detalle explosivo: todo será destinado a caridad papal.
En Viena, este sábado, no se subastará una cámara: se subastará un pedazo de historia, un objeto capaz de hacer latir más rápido el corazón de fotógrafos, católicos, coleccionistas y curiosos. La Leica M-A fabricada especialmente para el Papa Francisco ya empezó a romper todos los pronósticos: de una base de 30.000 euros, la puja escaló furiosamente hasta los 85.000 euros, y sigue subiendo como si fuera un santo grial tecnológico.
Pero no es cualquier cámara. Es la Leica blanca del Papa, una pieza única en el mundo, diseñada con un nivel de detalle que solo podría pertenecer al hombre más fotografiado del planeta. Cuerpo cromado, placa base y botones lacados en blanco, grabados en blanco, dorado y negro… y una cubierta superior que lleva el lema íntimo del Papa: “Miserando atque eligendo”.Incluso la zapata del flash tiene grabadas las Llaves de San Pedro, como si la cámara misma fuera un sacramental.
El objetivo Noctilux —uno de los más prestigiosos y caros del mundo— también está decorado para él, con grabados dorados que refractan la luz como un pequeño milagro óptico.Ambas tapas, cámara y lente, llevan el escudo del Vaticano. Y un detalle irresistible para los coleccionistas: el año de la entrega grabado en números romanos: A.D. MMXXIV.
El lote incluye algo aún más explosivo: una foto del momento exacto en que Francisco recibió la cámara. Un documento casi místico para los amantes de la imagen.
La casa de subastas Leitz Photographica asegura que el interés es “inusualmente alto”. Nueve pujas previas —algo rarísimo—, ofertas secretas por escrito y varios compradores preparados para rematar por teléfono. “Este es el lote benéfico más extraordinario que hemos tenido”, confesó el director Alexander Sedlak.
Y lo más poderoso: todo lo recaudado irá a las obras caritativas personales del Papa. Una reliquia moderna, una joya tecnológica, un ícono papal… y una batalla de coleccionistas que promete historia.