El "Papa peregrino" atrajo a cientos de fieles que emocionados se dieron cita en la catedral de Asunción para venerar la reliquia traída al país por la fundadora de las Siervas de los Corazones Traspasados de Jesús y María. Se podrá visitar el vestigio el 10 y 12 de agosto.
“La fe es un don precioso de Dios, que abren nuestra mente para que lo podamos conocer y amar”. Francisco, con estas palabras en la 87° Jornada Misionera Mundial de 2013, explicó esa virtud teologal y señaló que la fe no “funciona por si sola”, “necesita nuestra respuesta personal”. Esa que se vio el 9 de agosto desde muy temprano, con una multitud movilizada hasta la catedral de Asunción, rezando y esperando durante varios minutos tener un encuentro personal , aunque sea minucioso, con el “Papa peregrino”.
Emoción al estar frente a una reliquia de primer grado de san Juan Pablo II. (Fotografía: Arzobispado de Asunción)
La emoción de los fieles fue incontenible, cada centímetro en que se acercaban era una exaltación en el alma. Al estar frente a la reliquia de san Juan Pablo II, las lágrimas no las pudieron reprimir, como tampoco pasar una estampa o una prenda sobre el relicario con 12 gotas de la sangre del santo. “Traigan su medallita, rosario, estampa para pasarla por la reliquia, porque a Juan Pablo II le gusta tocar a la gente, abrazarla, él era afectivo; y con ello ‘tocado’ por el santo lo pueden usar para rezar por los enfermos, ya que vimos como se produjeron milagros”, aseguró en diálogo con Radio Caritas y CanalVida.Net la madre Adela Galindo, fundadora de las Siervas de los Corazones Traspasados de Jesús y María, que tiene bajo su custodia el vestigio del venerable traído al país y expuesto en la catedral metropolitana.
La hermana Adela Galindo junto al director de Canalvida.net Pedro Kriskovich.
La reliquia también podrá venerarse el 10 de agosto en la basílica Nuestra Señora de Caacupé, de 16 a 21. Luego volverá a estar expuesta en la catedral de Asunción el viernes 12 de 16 a 21.
Sangre de san Juan Pablo II. (Fotografía: Arzobispado de Asunción)
JUAN PABLO II CON EL CORAZÓN EN PARAGUAY
El 16 de mayo de 1988 Juan Pablo II proclamó santo a Roque González de la Santa Cruz en un ceremonia oficiada en Ñu Guazú. (Fotografía de archivo)
“El testimonio de Juan Pablo II abrazó al mundo entero, y su Santidad lo hizo de un modo particular con el Paraguay en 1988 cuando nos visitó, abrazó y confirmó en la fe; el clamor de Juan Pablo II es que abramos las puertas del corazón al Señor Resucitado quien es el único redentor del hombre”, aseguró monseñor Adalberto Martínez, cuando era secretario general de la Conferencia Episcopal, en un comunicado por la beatificación de Karol Wojtyla que se oficio el 1 de mayo de 2011.
Juan Pablo II en un encuentro con monseñor Ismael Rolón durante la visita de 1988. (Fotografía de archivo)
Ese testimonio de fe se vio en la visita que realizó hace 34 años, y reafirmó con su presencia viva en distintas reliquias que llegaron al país, como una vestimenta que uso y se expuso en 2012 en el Cenáculo Eucarístico de la catedral; o su sangre exhibida en 2017 en el marco de la peregrinación mundial del vestigio.
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