EL SANTO QUE AÚN RESPIRA: LOS MILAGROS QUE EL PAPA VERÁ POR PRIMERA VEZ EN LA TUMBA DE SAN CHARBEL
- Canal Vida

- hace 14 horas
- 4 Min. de lectura
Por primera vez en la historia, un Papa visitará la tumba del santo más milagroso del mundo: san Charbel, el hombre de más de 20.000 prodigios documentados. Curaciones imposibles, fotos que abren los ojos y cuerpos que no envejecen… el misterio recién empieza.

Nunca antes un Papa había puesto un pie ante la tumba del santo más misterioso y milagroso del siglo XX. Pero León XIV decidió hacerlo: viajar al corazón del Líbano, subir a la montaña de Annaya y postrarse donde miles afirman que la ciencia se queda muda y que Dios firma prodigios a mano alzada.
Porque allí, en ese silencio de cedros y niebla, descansa —o mejor dicho, vive— san Charbel Makhlouf: el monje maronita del que se registran más de 20.000 milagros documentados. No exageraciones, no rumores: actas, informes médicos, testimonios firmados, registros oficiales.
Ahora, en el primer viaje apostólico fuera de Italia, el sucesor de Pedro visitará del 27 de noviembre al 2 de diciembre Turquía y el país en el que será testigo de ese lugar donde la frontera entre el cielo y la tierra simplemente… desaparece.
EL CUERPO QUE SE NEGABA A MORIR
San Charbel murió el 24 de diciembre de 1898. Lo enterraron como a cualquier monje humilde. Pero a los pocos días, algo inquietante empezó a ocurrir: su tumba temblaba por dentro.
Monjes y aldeanos veían un resplandor nocturno que brotaba de la tierra. No una vez: durante meses. Ante la insistencia del fenómeno, lo abrieron… y quedaron paralizados:
el cuerpo estaba fresco, tibio, flexible, como si estuviera dormido.
Y lo más inexplicable: emanaba un líquido rojizo y aceitoso, similar a sangre y sudor, en cantidades imposibles. El cuerpo tenía que ser limpiado cada día porque ese “exudado” no dejaba de fluir.
Durante 67 años, sí, SESENTA Y SIETE, ese cuerpo se mantuvo incorrupto, húmedo, latiendo de modo misterioso, mientras miles de personas afirmaban recibir milagros al tocar un pedacito de tela impregnado con aquel aceite inexplicable.
La ciencia libanesa y francesa lo analizaron. Nadie pudo explicarlo. El “Aceite de san Charbel” se volvió leyenda viva.

EL MILAGRO QUE CONMOCIONÓ AL MUNDO: LA MUJER QUE FUE FILMADA SANÁNDOSE
Entre los miles de prodigios documentados, hay uno que sigue erizando a los propios médicos: la curación de Nohad El Shami, una mujer que sufría dos arterias del cuello completamente obstruidas.
No podía ser operada. No podía ser salva. Hasta que una noche de 1993 —documentado por el patriarcado maronita— ella afirma que san Charbel “se presentó y la operó”.
A la mañana siguiente:
– las incisiones parecían quirúrgicas,
– había puntos de sutura invisibles,
– y sus arterias estaban abiertas completamente.
Lo más impresionante: desde esa noche, cada 22 del mes las cicatrices vuelven a abrirse levemente, como recordando la operación celestial que la medicina humana jamás podría haber hecho. Miles la vieron. Está registrado. Filmado. Certificado.

MILAGROS MÉDICOS INEXPLICABLES (TODOS REGISTRADOS)
La Oficina de Documentación de Milagros de Annaya contabiliza cada uno: más de 20.000 casos. Pero algunos son tan desconcertantes que parecen sacados de las páginas de la Biblia.
⭐ 1. La niña que volvió a caminar sin cirugía
Una niña libanesa, nacida con una malformación irreversible en la cadera, fue llevada en brazos al monasterio. Al tocar la tumba de Charbel, pidió “caminar como los demás”. Los huesos —según radiografía previa y posterior— se reacomodaron solos.
⭐ 2. La mujer con cáncer terminal que sanó sin tratamiento
Un tumor grande como un puño desapareció en 48 horas. Los médicos creyeron que había un error de laboratorio, pero las resonancias estaban firmadas por distintos profesionales. No había explicación.
⭐ 3. El hombre que recuperó la visión luego de 13 años ciego
La córnea, destruida, reapareció. Los tejidos que no existen, no vuelven… salvo que Dios intervenga, dicen los monjes. El caso está archivado con su historia clínica completa.
¿POR QUÉ EL PAPA DECIDE IR AHORA?
Porque san Charbel no es solo un santo: es un signo vivo para cristianos, musulmanes y ateos. En un mundo dividido, este ermitaño silencioso es la prueba de que la santidad no conoce fronteras.
El Papa León XIV quiere ver con sus propios ojos lo que millones sintieron: esa presencia invisible que en Annaya se respira, se toca, se escucha… casi se palpa.
Va a la tumba del hombre que nunca tuvo redes sociales, ni poder, ni micrófonos, pero que cambió el mundo desde una celda de oración, una cuerda en la cintura y una vida escondida.
Un santo que murió olvidado…y resucitó en los milagros.









Comentarios