El Puente que Despierta al Mundo: El Impactante Primer Mensaje de León XIV en Turquía
- Canal Vida
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En su primer discurso en Turquía, el Papa lanzó un mensaje que sorprendió al mundo: habló del país como un puente espiritual, cultural y político que puede cambiar la historia. Unidad, paz y vínculos humanos frente a un mundo dividido.
Turquía no tuvo un amanecer común. Este jueves, la Biblioteca Nacional de Ankara se convirtió en el escenario de un discurso que ya comienza a hacer temblar al mundo: el primer mensaje internacional del Papa León XIV, que eligió a Türkiye como su punto de partida espiritual y geopolítico.
El Santo Padre no habló: encendió una dirección profética. Frente a autoridades, diplomáticos y referentes civiles, declaró que Turquía no es un país más… sino “un puente vivo que une almas, religiones y continentes”. La imagen del puente de los Dardanelos —emblema de su viaje— fue su estandarte: “Antes de conectar Asia y Europa, ese puente conecta a Türkiye consigo misma. La convierte en una encrucijada interior de sensibilidades.”
El mensaje fue claro: una sociedad solo está viva si abraza su pluralidad, si construye puentes en vez de muros. Y Turquía, tierra donde late lo cristiano, lo islámico y lo secular, es el laboratorio espiritual del siglo.
Pero lo más explosivo del discurso llegó después.
“EL GRAN DESAFÍO DE HOY NO ES LA TECNOLOGÍA. ES TENER EL CORAZÓN DÓCIL A DIOS”
Con estas palabras, el Papa advirtió sobre el avance descontrolado de la inteligencia artificial. Señaló que si no se orienta éticamente, aumentará la desigualdad, acelerará los egoísmos y deformará a la humanidad misma.“Las máquinas reproducen nuestras fallas… y pueden multiplicarlas”, alertó.
Luego apuntó contra la cultura consumista que está devorando afectos: “La soledad se ha convertido en negocio. A esto debemos responder con vínculos, con familia, con amor verdadero”.
Y cerró con un llamado que resonó como un trueno en todo Oriente Medio: “Caminen con nosotros. La Santa Sede ofrece su fuerza espiritual para un mundo que elija paz, justicia y amistad. Unidos… o nada”.
El viaje apenas comienza. Pero el mensaje ya incendió las conciencias. Y Turquía, hoy, se transformó en el centro espiritual del planeta.
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