Organizaciones sociales solicitan la liberación de 45 personas y que cese la persecución a la Iglesia Católica.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) solicitó el jueves otorgar medidas de protección provisionales a favor de 45 manifestantes y opositores presos en Nicaragua y sus respectivas familias por encontrarse en una “situación de extrema gravedad” y riesgo de “daños irreparables a sus derechos”.
En un comunicado publicado en su web, la CIDH formuló su llamado a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH), e indicó que en el grupo figuran personas que participaron en protestas desde 2018, opositores a la administración de Daniel Ortega y miembros de sectores de la sociedad civil que “expresaron su desacuerdo con las políticas del gobierno actual”.
PRESOS DE UN RÉGIMEN DICTATORIAL
Los 45 prisioneros se encuentran en ocho centros de detención del país, incluyendo el centro penitenciario “Jorge Navarro” o cárcel La Modelo, la cárcel de mujeres “La Esperanza” y la Dirección de Auxilio Judicial de la Policía, también conocida como “Nuevo Chipote” o “El Chipote”.
En las celdas de “El Chipote” permanecen encarcelados al menos 27 líderes políticos y estudiantiles, periodistas, empresarios y defensores de derechos humanos que fueron presentados recientemente ante medios de prensa oficialistas.
La CIDH recordó que otorgó previamente medidas cautelares a favor de estas personas y sus núcleos familiares, debido a que se cumplían “los requisitos de gravedad, urgencia e irreparabilidad” en su condición humanitaria, sin haber recibido respuesta del Estado de Nicaragua que indique que se adopten medidas de protección a su favor.
En el grupo de detenidos figuran las activistas Evelyn Pinto, María Esperanza Sánchez y Karla Vanessa Escobar; los dirigentes opositores Yubrank Suazo, José Antonio Peraza, Wilfredo Brenes, Walter Montenegro y Edward Lacayo; los abogados Róger Reyes y José Manuel Urbina Lara, el sociólogo Irving Larios y el estudiante Kevin Solís, entre los más conocidos.
IGLESIA PERSEGUIDA
La dictadura de Ortega cada vez está más represiva con la Iglesia católica, a la que le cerró más de 12 medios de comunicación, clausuró asociaciones y movimientos católicos, expulsó del país a las Misioneras de la Caridad, congregación fundada por la santa Madre Teresa de Calcuta, y secuestro a un obispos y sacerdotes durante más de 12 horas.
El arzobispo de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, actualmente se encuentra con detención domiciliaria acusado de “fomentar la movilización ciudadana” que estalló en 2018.
DICTADURA ASESINA
Nicaragua vive una grave crisis política que se inició con las protestas antigubernamentales de 2018, cuando la represión de policías y paramilitares dejó 355 muertos, más de 2.000 heridos, 1.600 detenidos en distintos momentos y más de 100.000 exiliados, de acuerdo con cifras de la CIDH.
Según el más reciente informe del Mecanismo de Reconocimiento de Personas Presas Políticas en Nicaragua, cuyos datos son avalados por la CIDH, la cifra actual de detenidos por razones políticas en el país es de 205, de los cuales 20 son mujeres y 10 están encarcelados desde antes de 2018.
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