LOS NIÑOS QUE ILUMINARON EL ADVIENTO: El Pedido Sorprendente de León XIV que Conmovió a Miles de Parroquias
- Canal Vida
- hace 5 días
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En pleno Adviento, León XIV sorprendió al mundo: pidió a los niños que descubran la alegría de dar, no de recibir. Más de 3.500 parroquias encendieron faroles y corazones con un mensaje que desarma al mundo consumista.
En pleno Adviento, cuando el mundo corre detrás de compras, pantallas y ruido, ocurrió algo inesperado: el Papa León XIV escribió una carta explosiva, tierna y profundamente espiritual dirigida no a obispos ni presidentes… sino a los niños. Y el mensaje fue tan claro como desafiante: “Busquen la alegría de dar”.
El Pontífice envió su carta a los pequeños que participan en las misas Rorate, una tradición milenaria de Polonia que cada madrugada llena las iglesias de faroles encendidos y de miles de voces infantiles esperando la llegada de Jesús. Este año, 3.500 parroquias se sumaron a la iniciativa “Con el Papa León, esperamos a Jesús”, que incluye materiales especiales para que los más chicos conozcan al nuevo Sucesor de Pedro.
Pero lo que nadie esperaba era que León XIV transformaría ese gesto en un verdadero llamado profético.
“CREZCAN EN LA PACIENCIA... Y EN EL ARTE DE DAR”
En su carta, el Papa no se limitó a saludar. Se metió directo en el corazón del Adviento:– “Este tiempo puede ser una oportunidad maravillosa para crecer en la paciencia”, escribió.– “Jesús viene a nosotros en los Sacramentos, en la oración… y en nuestras relaciones con los demás”.
Pero el golpe más fuerte vino después: “Busquen la felicidad en dar, no en esperar recibir”.
Un mensaje que, en los labios de un Papa recién elegido, resonó como un recordatorio urgente para un mundo que educa a los chicos a desear, exigir y acumular.
UNA IGLESIA QUE CAMINA CON SUS NIÑOS
El padre Marek Gancarczyk, coordinador de la iniciativa, explicó que el propósito es simple y profundo: acercar a los niños al Papa… y enseñarlos a rezar por él.“La Iglesia en Polonia siempre vivió cerca del Santo Padre”, dijo.
Hoy, miles de pequeños siguen caminando hacia Jesús con sus lámparas encendidas.Pero esta vez, llevan también la luz de un pedido que puede cambiarlo todo:no esperar… sino dar.
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