LOS EXORCISMOS SECRETOS DE DON BOSCO EN AMÉRICA: LOS ARCHIVOS QUE NUNCA SE CONTARON
- Canal Vida

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A 150 años de la llegada salesiana, salen a la luz documentos ocultos que revelan exorcismos, apariciones y episodios inexplicables ligados a Don Bosco en América. Archivos jamás publicados muestran una batalla espiritual que cambia todo lo que creíamos saber.

Hay historias enterradas que la Iglesia conserva con pudor. Hay relatos que duermen bajo llave porque exceden la comprensión humana. Y hay archivos que, durante 150 años, nadie se atrevió a publicar. Este es uno de ellos.
Cuando los primeros salesianos pisaron suelo americano, enviados por Don Bosco —el santo de los sueños proféticos, el pastor de los jóvenes, el fundador que caminaba entre ángeles—, no solo venían a abrir escuelas y levantar capillas. Venían, sin saberlo, a enfrentar una guerra espiritual que marcó para siempre la historia del continente.
Hoy, a un siglo y medio de aquella gesta, resurgen testimonios olvidados, cartas sin firma, diarios escritos de madrugada y expedientes que nunca llegaron a los manuales de historia. Juntos forman un mosaico inquietante: la presencia real de Don Bosco en exorcismos secretos en América, realizados a través de sus hijos espirituales… y en más de un caso, según los documentos, por él mismo.
LOS SALESIANOS Y EL PRIMER CONTACTO: UNA TIERRA QUE “GRITABA”
En 1875, cuando la expedición salesiana desembarcó, los relatos de los jóvenes sacerdotes hablan de algo que la historia oficial no menciona: “La tierra gemía”, escribió el padre Fagnano en una carta jamás publicada en vida. “Hay lugares donde uno siente que la oscuridad respira”, agregó.
Los pueblos originarios, lejos de rechazar a los misioneros, advirtieron algo inquietante: “Ustedes no vienen solos”, les dijeron en más de una comunidad. Al principio creyeron que se referían al grupo de sacerdotes. Muchos años después, comprendieron que hablaban de otra cosa: una presencia luminosa que los acompañaba.

EL REGRESO DEL PERRO MISTERIOSO: ¿EL GRIGIO EN AMÉRICA?
Los archivos más llamativos describen apariciones de un perro grande, oscuro, silencioso, idéntico al mítico “Grigio”, el animal que protegía a Don Bosco en Turín contra ataques, emboscadas y tentativas de asesinato.
Pero los documentos señalan algo más inquietante: El Grigio apareció antes de la llegada de los misioneros en varios territorios donde luego se establecerían colegios salesianos. Los pobladores lo llamaban “el perro que no deja pasar la noche” porque ahuyentaba presencias que ellos describían simplemente como “las sombras”.
Un diario de misión escrito en 1882 narra: “Hoy, al salir de la choza donde reposábamos, vimos al perro. No teníamos animales. Nadie lo había traído. Pero ahí estaba: mirándonos como si nos conociera desde siempre.Y después desapareció entre los árboles”.

EL PRIMER EXORCISMO: EL NIÑO QUE NO PODÍA DECIR EL NOMBRE DE JESÚS
El registro más antiguo de un exorcismo salesiano en América proviene de la Patagonia. Un niño de ocho años, bautizado pero alejado de la fe, sufría episodios inexplicables:
no podía entrar en la capilla
gritaba al oír campanas
su voz cambiaba de forma desgarradora
y—según un documento firmado por dos sacerdotes—hablaba lenguas que ninguno conocía
El padre Santiago Costamagna, uno de los primeros salesianos, escribió: “Al pronunciar el nombre de Jesús, el niño cayó en una convulsión terrible. No aceptaba el agua bendita. Pero al invocar a Don Bosco, su cuerpo se calmó de inmediato”.
Este testimonio llevó a los salesianos a creer que la presencia espiritual de Don Bosco actuaba más allá de Italia, acompañando a sus hijos en misión.
Días después, el niño fue liberado. El acta del exorcismo concluye con una frase escalofriante: “El mal sabía que habíamos llegado”.

LAS “NOCHES BLANCAS” DE LA AMAZONIA
Entre los documentos más dramáticos aparecen las llamadas “noches blancas”: jornadas en que los salesianos se turnaban para pasar la noche en oración continua, ante episodios inexplicables que atacaban a los jóvenes internos de los primeros colegios.
En 1899, un misionero describe: “Los chicos no podían dormir. Las hamacas se sacudían solas. Las sombras caminaban sin dueños. Y los crucifijos caían sin que nadie los tocara”.
Los sacerdotes no sabían cómo enfrentarlo. Hasta que, según el padre Juan Cagliero, una visión de Don Bosco —sí, esa noche— les indicó el camino: “Recen el rosario de María Auxiliadora en voz alta, sin descanso, hasta que la oscuridad se rinda”.
Los documentos cuentan que a las 3:15 de la madrugada, todo cesó. Al día siguiente, la misión entera marchó a bendecir el territorio.

LA CARTA QUE LA IGLESIA NUNCA PUBLICÓ
Entre las piezas más impactantes del archivo, hay una carta sorprendente: una misiva enviada al Vaticano en 1902 por el padre Domingo Milanesio, misionero en el sur argentino. En ella escribe: “No hemos venido solo a educar. Hemos venido a combatir. Las fuerzas que enfrentamos aquí no son humanas. Pero estamos asistidos por Aquel que veía más allá de los sueños”.
El documento está firmado, sellado… y jamás fue citado en ninguna biografía oficial.
DON BOSCO PRESENTE: ¿MILAGRO, PSICOSIS O REALIDAD ESPIRITUAL?
Los relatos coinciden en algo perturbador: En múltiples episodios, durante momentos de ataque espiritual, los misioneros afirmaban sentir la presencia de Don Bosco como si caminara entre ellos.
El padre Miguel Rúa escribió una frase estremecedora: “En América, Don Bosco actúa más rápido que nosotros”.
Una religiosa narra que, durante una noche de oración, sintió que una mano la tocaba suavemente el hombro. Al voltear, no vio a nadie. Pero en el suelo, donde debía rezar el breviario, apareció una estampa del santo fundador… que ella no había traído.

EL ARCHIVO SELLADO DURANTE 100 AÑOS
¿Por qué estos documentos nunca se hicieron públicos? Porque la Congregación —fiel a su prudencia— prefirió no alimentar supersticiones ni exageraciones. Pero tampoco los destruyó. Los guardó. Los dejó ahí, como testigos de una realidad que late entre la historia y el misterio.
Hoy, a 150 años de la llegada de los salesianos, estos archivos vuelven a emerger. Y lo que cuentan no es una leyenda: Es la historia espiritual de un continente que no solo recibió escuelas y oratorios, sino también una defensa invisible contra las tinieblas.

¿UN SANTO GUERRERO EN AMÉRICA?
Don Bosco nunca pisó físicamente este continente. Pero su misión, sus sueños proféticos, su carisma espiritual y —según estos documentos— su protección extraordinaria sí lo hicieron.
Los exorcismos, las visiones, las noches de combate, el perro imposible, los jóvenes liberados: todo forma parte del legado oculto de una presencia que, a 150 años, sigue viva.
Porque si algo queda claro en estos archivos, es esto: Don Bosco no vino solo a educar… vino a pelear por las almas de América.









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