top of page

León XIV Reza ante la Tumba de Francisco y Sella su Pontificado con el Legado del "Papa de los Pobres"

  • Foto del escritor: Canal Vida
    Canal Vida
  • hace 3 días
  • 3 Min. de lectura
En su primer acto íntimo y público a la vez, León XIV volvió a donde todo comenzó: al corazón de Francisco. De rodillas, con una rosa blanca y la mirada baja, habló sin palabras. El mundo entero entendió el mensaje: este pontificado será una continuidad espiritual, social y pastoral del Papa que conmovió a las periferias del planeta.
León XIV Francisco
León XIV en su segundo día de papado visitó la tumba de Francisco. (Fotografía: Vatican Media)

No hizo falta ningún discurso. Bastó ese gesto: una rosa blanca sobre el mármol donde está escrito “Franciscus”. Allí, en la basílica de Santa María la Mayor, León XIV se arrodilló frente a la tumba de su predecesor. El mismo templo que Francisco visitó más de 100 veces durante su pontificado.


El nuevo Papa quiso rendir homenaje en silencio, en oración, y con una señal cargada de simbolismo: la rosa blanca, flor de Teresita del Niño Jesús, la santa de las misiones, patrona del amor silencioso.


Fue un momento de profunda intimidad, interrumpido sólo por los aplausos espontáneos de los fieles que, sin esperarlo, fueron testigos de la escena. León XIV, como Francisco en sus primeros días, quiso comenzar desde lo esencial: la oración, la gratitud, la comunión espiritual.

PEDRO KRISKOVICH
FRANCISCO, PRESENTE EN CADA PASO

El vínculo entre ambos no es sólo de sucesión. Es de visión compartida. En el aula del Sínodo, León XIV había citado con emoción a Francisco, llamándolo "el Papa que nos enseñó a vivir con sobriedad, entrega y esperanza". Ahora, frente a su tumba, lo vuelve a confirmar con lágrimas discretas: seguirá su camino.


No es casual que en sus primeras intervenciones León XIV haya destacado Evangelii Gaudium como una guía inspiradora. Todo indica que su programa pastoral resonará con esa hoja de ruta propuesta por Francisco: una Iglesia misionera, cercana a los pobres, centrada en el anuncio y el diálogo.


León XIV
Concentrado, contemplado frente a la tumba de su antecesor y amigo, Francisco. (Fotografía: Vatican Media)
UNA BASÍLICA TESTIGO DE DOS PAPAS

Santa María la Mayor fue testigo de cientos de visitas papales. Pero la noche del 10 de mayo quedará en la historia. A las 19.05, pasada la hora del cierre, el todoterreno negro del Papa entró a la plaza. "¡Es él! ¡El Papa!", gritaban los fieles. Un mar de aplausos. Un bosque de celulares. "Leone, Leone", coreaban en italiano y español.


Adentro, el Papa visitó la capilla de la Salus Populi Romani y dejó un ramo de rosas. Luego se dirigió, en silencio, a la tumba de Francisco. Lo acompañaban el cardenal Ángel Rossi y el arcipreste Makrickas.

GIN
UN LEGADO ENCENDIDO

Arrodillado ante el nicho blanco, donde la luz baña la cruz pastoral de Francisco, el nuevo Papa rezó en silencio. No fue un acto institucional. Fue una declaración mística.


El Santo Padre que lloró en su primer discurso ahora reza ante quien inspiró su rumbo, su estilo.


Ese silencio ardía como fuego. El mensaje era claro: la opción por los pobres, la misión, la reforma espiritual, no están terminadas. Tienen continuidad.


León XIV
León XIV toma la posta de Francisco.

EL VIAJE A GENAZZANO: FE, CONSEJO Y VIRGEN

Antes de la visita a Francisco, el Papa había estado en Genazzano, en el santuario de la Madre del Buen Consejo. Una devoción agustiniana, profundamente ligada a su orden.


Allí rezó ante el antiguo icono mariano y se encontró con los fieles. Recordó su visita como prior general en 2001 y reiteró que confía "en la Madre del Consejo" para discernir, escuchar y actuar.


“Hagan lo que Él les diga”, citó a María. El mensaje fue doble: continuidad con Francisco, pero también dependencia total del Evangelio. El Papa no se manda solo. Se deja guiar.


León XIV
Ante la Madre del Consejo.
UN NOMBRE, UNA RUTA

León XIV eligió ese nombre por León XIII, el Papa que con Rerum Novarum lanzó la Doctrina Social de la Iglesia. El nuevo Pontífice ya advirtió que su agenda será clara: dignidad humana, justicia social, defensa del trabajo y del bien común frente a los excesos de la tecnología y la inteligencia artificial.


Pero la verdadera hoja de ruta está en los gestos. Y este gesto, el de visitar a Francisco en silencio, es su encíclica más poderosa hasta ahora.


León XIV
León XIV junto a los fieles a la salida de la basílica.
UNA IGLESIA QUE REZA, CAMINA Y RECUERDA

“El mundo está herido. Pero la Iglesia puede ser un faro”, dijo el Papa a los cardenales. Y hoy, más que nunca, esa luz nació del altar, de una tumba, de una rosa blanca.


El Papa que llega desde las misiones del Perú, que guió a los agustinos, que sirvió en Roma, comienza su pontificado con la misma clave de Francisco: humildad.


Una mujer, al salir, lo resumió con llanto en los ojos: "No dijo nada, pero lo dijo todo".


bottom of page