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La Misa Que Terminó en Masacre

  • Foto del escritor: Canal Vida
    Canal Vida
  • 17 abr
  • 3 Min. de lectura
Celebraban la Pascua en una isla remota cuando los piratas irrumpieron con espadas y fuego. San Donnan y sus 52 monjes no corrieron. No gritaron. Solo pidieron terminar la Santa Misa… y luego ofrecieron su vida. Degollados y quemados durante la liturgia, murieron como vivieron: en oración. Esta es la historia de la comunidad que convirtió su martirio en resurrección.
Pascua
Pidieron terminar la celebración litúrgica antes de ser asesinados.

Era el siglo VII. En la remota isla de Eigg, frente a las costas de Escocia, se alzaba un pequeño monasterio. No había murallas. No había soldados. Solo un grupo de 53 monjes liderados por un abad llamado Donnan, que habían elegido esa soledad para consagrarse a Dios.


Vivían de la tierra, oraban en silencio, y celebraban la misa cada día con un fervor que derretía la niebla escocesa. Eran pacíficos. Eran invisibles. Eran santos. Pero una Pascua... todo cambió.

Pedro Kriskovich
LOS HOMBRES DEL MAR NO CREEN EN CAMPANAS

Una noche de abril, piratas paganos llegaron a la isla. No querían oro. No buscaban poder. Venían a matar. Habían oído que allí vivían hombres santos… y creían que su presencia profanaba esas tierras.


monjes

Los atacaron mientras celebraban la misa de la Vigilia Pascual. La llama del cirio todavía ardía. El pan recién consagrado reposaba sobre el altar.

No fue una batalla. Fue una ejecución.



“ESPEREN QUE TERMINEMOS LA MISA”

Cuando los piratas irrumpieron, san Donnan se adelantó. No pidió clemencia. Solo hizo una solicitud:

—“Déjennos terminar la liturgia. Luego, hagan con nosotros lo que quieran.”

Y los asesinos aceptaron. Por burla. Por superstición. O por un misterio que nunca entenderán.


El canto siguió. Las oraciones no se detuvieron. Y cuando dijeron "Amén"… comenzó el infierno.

Mariano Mercado
DEGOLLADOS. QUEMADOS. CONSAGRADOS POR EL MARTIRIO

Algunos fueron degollados de rodillas. Otros quemados vivos dentro de la capilla. El altar quedó manchado de sangre. Las campanas se apagaron con el viento y el humo.

Pero la historia no los olvidó.


En ese momento, nació una leyenda. Y una certeza para la Iglesia: san Donnan y sus 52 monjes habían celebrado la Pascua... pasando directamente a la eternidad.



¿QUIÉN ERA DONNAN?

San Donnan era un monje celta, discípulo de san Columba de Iona. Fue misionero, peregrino y abad. Eligió Eigg como su hogar porque era un lugar abandonado por el mundo… pero perfecto para Dios.


San Donnan
San Donnan entendía la vida religiosa como contemplación absoluta.

Era un hombre de silencio, pero también de fuego. Guiaba a sus hermanos con ternura, pero con una fe tan firme que ni la muerte lo sorprendió de pie.



¿POR QUÉ MATARON A LOS MONJES?

Los historiadores creen que los piratas fueron enviados por una jefa pagana local, que veía la presencia cristiana como una amenaza espiritual. Se dice que al enterarse de que Donnan y sus hermanos se habían establecido allí, pronunció una sola orden: “Exterminadlos”.


Otros sostienen que los piratas temían que los monjes convirtieran a los isleños. Que su pureza era peligrosa para el poder de los dioses antiguos.


Pero el cristianismo no se detuvo. El martirio de Donnan fue semilla. Y floreció.



¿QUE QUEDÓ DE ELLOS?

Hoy, la isla de Eigg sigue en pie. Silenciosa. Cubierta de niebla. Pero el sitio donde fueron martirizados se transformó en lugar de peregrinación. Aún se pueden ver los restos del altar. Aún se escuchan historias.


abadia
Abadía de Eigg.

Y cada 17 de abril, la Iglesia conmemora no solo la muerte… sino la victoria de la fe sobre el odio.



¿POR QUÉ SU MARTIRIO FUE DISTINTO?

La mayoría de los mártires de la historia fueron ejecutados por negarse a renunciar a su fe. Pero Donnan y sus monjes murieron después de terminar la liturgia.


Pudieron haber huido. Pidieron quedarse solo para terminar la Misa. No fueron derrotados. Fueron consagrados.



¿QUÉ SIGNIFICA MORIR EN PASCUA?

En la tradición cristiana, morir en Pascua es un signo profundo. Es el día en que se celebra la victoria de Cristo sobre la muerte. Los monjes de Eigg no murieron un viernes oscuro. Murieron cantando el Aleluya.


La sangre cayó sobre el altar… y fue absorbida por la Resurrección.

CASA BETANIA
EL MARTIRIO COMO HERENCIA

Los 53 no dejaron libros. No fundaron universidades. No predicaron en plazas.

Dejaron algo más grande: el testimonio de una fe que no negocia. De una Misa que no se interrumpe. De una vida que no se rinde.

GIN
¿Y LOS PIRATAS NO FUERON VERDUGOS?

Quizás el fuego no los mató. Quizás las espadas no triunfaron. Quizás esos hombres fueron invitados a una liturgia celestial… justo cuando terminaban la terrenal.


Donnan no fue vencido. Fue ofrecido. Y su nombre, grabado en piedra, sigue hablando… incluso entre nieblas.

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