“La Filosofía sin Dios se Apaga”: El Impactante Mensaje del Papa desde Roma al Congreso Internacional en Asunción
- Canal Vida
- 11 oct
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León XIV sacudió el Congreso Internacional de Filosofía en Asunción con un mensaje profundo y profético: “La razón sin fe se convierte en sombra de sí misma”. Desde Roma, llamó a los pensadores a “redescubrir la sabiduría que nace de Dios”.
Con una profundidad teológica que estremeció a los académicos presentes en la Universidad Católica “Nuestra Señora de la Asunción”, León XIV envió un mensaje que marcó un antes y un después en la historia del pensamiento cristiano en América Latina.
Su discurso —leído en el cierre del Congreso Internacional de Filosofía— fue mucho más que un saludo: fue una advertencia profética sobre el destino de un mundo que, según el Pontífice, “ha querido razonar sin Dios y terminó razonando contra el hombre”.
FE Y RAZÓN JUNTOS
El Santo Padre realizó un llamado encendido a redescubrir la unidad entre la fe y la razón, esa alianza que —dijo— “no se opone, sino que se abraza y se fecunda”.
“Una razón que olvida su origen divino corre el riesgo de convertirse en sombra de sí misma”, aseguró, y advirtió que la modernidad, obsesionada con el control y el poder, redujo al hombre a un número: “El pensamiento sin fe engendra desierto; la inteligencia sin amor, produce tinieblas”.
COMBATIR LO ESFÍMERO
El Obispo de Roma defendió el diálogo con la filosofía contemporánea, pero desde una postura luminosa: la de un creyente que no teme pensar. “No se trata de huir del mundo —subrayó— sino de entrar en él con el fuego del Espíritu, para encender las mentes apagadas por el ruido de lo efímero”.
En uno de los pasajes más citados, el Pontífice evocó a san Agustín, santo Tomás de Aquino y san Buenaventura, señalándolos como faros de una sabiduría que “no se limita a preguntar, sino que busca amar la Verdad con mayúscula”. Y añadió una frase que ya está recorriendo las redes sociales: “No todo lo que se reviste del nombre de ‘racional’ es verdadero. La razón sin fe puede levantar torres… pero ninguna llega al cielo”.
MISIÓN DEL FILÓSOFO CATÓLICO
Para León XIV, los filósofos creyentes tienen una misión urgente: sanar una humanidad fragmentada. “En tiempos en que todo se mide por la utilidad —escribió— el pensamiento cristiano debe recordarle al mundo que el hombre no se explica sin el Misterio”.
El mensaje concluyó con una invocación mariana profundamente simbólica: “Que la Virgen María, Trono de la Sabiduría, ilumine a los pensadores del continente para que la filosofía vuelva a ser un camino hacia Dios y no un laberinto sin salida”.
El eco de sus palabras aún resuena en Asunción. Entre aplausos y lágrimas, muchos coincidieron: la voz de León XIV no habló solo a los filósofos… sino a toda una civilización que olvidó mirar al cielo.
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