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Foto del escritorCanal Vida

Francisco: "Amen a la Iglesia"

El Papa presidió un encuentro con los miembros de Comunión y Liberación en el marco del centenario del nacimiento de su fundador, Luigi Giussani. "Mantuvo siempre con firmeza su fidelidad a la Iglesia", aseguró el Pontífice sobre el sacerdote italiano.
 

Más de 60.000 fieles de todas partes del mundo se reunieron esta mañana en la plaza San Pedro para celebrar, junto al Papa Francisco, el centenario del natalicio del padre Luigi Giussani, fundador de “Comunión y Liberación”.


En una jornada soleada el Santo Padre expresó su gratitud personal por el bien que le hizo, como sacerdote, la meditación de alguno de los libros del pastor italiano y destacó su bonhomía en la comunicación de Cristo que hizo que muchas personas crecieran “en la fe como un don que da sentido, amplitud humana y esperanza a la vida”.



Don Giussani fue padre y maestro, que estuvo al servicio de todas las angustias y situaciones humanas que encontró en su vida educativa y misionera. "La Iglesia reconoce su genio pedagógico y teológico, desplegado desde un carisma que le fue dado por el Espíritu Santo para el ‘bien común’. No es la mera nostalgia la que nos lleva a celebrar este centenario, sino el recuerdo agradecido de su presencia: no sólo en nuestras biografías y corazones, sino en la comunión de los santos, desde donde intercede por todos los suyos", destacó.

 
 

CARISMÁTICO, EDUCADOR Y AMANTE DE LA IGLESIA

El Obispo de Roma dedicó un amplio espacio de su alocución a efectuar una semblanza de Giussani y desglosó tres aspectos: carisma, misión de educador y amor por la Iglesia.


En relación con el carisma de Don Giussani, Francisco consideró que "era capaz de atraer a miles de jóvenes y tocar sus corazones". Citando al entonces cardenal Ratzinger en el funeral de Giussani, enfatizó que "mantuvo siempre la mirada de su vida y de su corazón fijada en Cristo. Comprendió así que el cristianismo no es un sistema intelectual, un paquete de dogmas, un moralismo, sino que el cristianismo es un encuentro; es una historia de amor; es un acontecimiento".



Giussani (foto, arriba) atraía, convencía y convertía los corazones porque transmitía a los demás lo que llevaba dentro tras su experiencia fundamental: la pasión por el hombre y la pasión por Cristo como realización del hombre.

 
 

Sobre la educación, el sucesor de Pedro recordó que Luigi tenía una capacidad única para desencadenar una búsqueda sincera del sentido de la vida en el corazón de los jóvenes para despertar su deseo de verdad. "Como verdadero apóstol, al ver que esta sed se encendía en los jóvenes, no tuvo miedo de presentarles la fe cristiana. Pero sin imponer nunca nada. Su enfoque generó muchas personalidades libres, que se adhirieron al cristianismo con convicción y pasión; no por costumbre, ni por conformismo, sino de forma personal y creativa".


Hacia el final de la semblanza, el Papa afirmó que "don Giussani era un sacerdote que amaba mucho a la Iglesia. Incluso en tiempos de desconcierto y fuerte contestación de las instituciones, mantuvo siempre con firmeza su fidelidad a la Iglesia, por la que sentía un gran afecto, casi una ternura, y al mismo tiempo una gran reverencia, porque creía que era la continuación de Cristo en la historia”.


"Amen siempre a la Iglesia, preserven la unidad y no dejen que su fraternidad sea herida por divisiones y oposiciones", subrayó el Papa Francisco.

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