El Ángelus que Hizo Temblar al Mundo: León XIV Grita que la Noche No Ganará
- Canal Vida
- 16 nov
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En un Ángelus inolvidable, León XIV estremeció Roma al pedir al mundo que no se rinda ante las guerras, la manipulación y la persecución silenciosa. Miles lloraron cuando advirtió que “la fe brilla más cuando la noche es más oscura”.
La plaza San Pedro estalló en un mar humano, una multitud que no cabía en ninguna foto, en ningún plano, en ninguna transmisión. En el Jubileo de los Pobres —esa fiesta donde los últimos se transforman en protagonistas—, León XIV salió al balcón y el silencio se volvió eléctrico, como si el Vaticano entero contuviera la respiración.
Abrió el Ángelus con un grito que cruzó la plaza como un rayo:“¡No tengan miedo! Las guerras no pueden apagar la esperanza”. A partir de ahí, Roma dejó de ser Roma: se convirtió en un campo espiritual donde un anciano vestido de blanco sacudía al planeta entero.
Advirtió que vivimos un tiempo donde las guerras, los atentados, las catástrofes y la indiferencia parecen tener la última palabra. Pero él levantó la voz para desmentir al mundo: “Cuanto más oscura es la noche, más brilla la fe”. La multitud explotó en aplausos.
Luego, lanzó el mensaje más fuerte de la jornada: la persecución a los cristianos no solo se escribe con sangre, sino con palabras, calumnias, burlas, ideologías, mentiras que destruyen reputaciones y silencian conciencias. Y advirtió: “En esos momentos tendremos la oportunidad de dar testimonio”.
Mientras miles lloraban, recordó masacres ignoradas: Kivu en el Congo, ataques a iglesias en África, bombardeos que siguen cayendo sobre Ucrania. Nombró uno por uno los dolores del mundo, como quien pasa el dedo sobre heridas abiertas. En un gesto inesperado, dedicó palabras a las víctimas de accidentes de tránsito y pidió un “examen de conciencia global”.
Para cerrar, entregó una perla espiritual: “La constancia salvará sus vidas”. Y pidió a María que sostenga a los que sufren “cuando el mundo los persiga, con armas o con mentiras”.
Roma quedó encendida. El Jubileo de los Pobres se convirtió en el jubileo de la esperanza.
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