EL PESEBRE Y EL ÁRBOL NO SON DECORACIÓN: LEÓN XIV LANZA EL MENSAJE QUE DESPIERTA LA FE EN NAVIDAD
- Canal Vida
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No es decoración: el Papa afirmó que el pesebre y el árbol son signos vivos de fe y esperanza. Un mensaje que incomoda al consumo vacío y devuelve a la Navidad su fuerza espiritual más profunda y desafiante.
En una Roma vestida de Adviento, el mensaje del Papa León XIV resonó con una claridad que incomoda y consuela a la vez: el pesebre y el árbol no son adornos, son signos vivos de fe y esperanza en un mundo que parece haberlas perdido. Desde el Aula Pablo VI, ante quienes hicieron posible el Pesebre y el Árbol de la Navidad vaticana, el Pontífice fue directo al corazón del misterio cristiano.
León XIV recordó que Dios no irrumpe con estruendo, sino que se hace cercano: entra en nuestra historia con la pequeñez de un Niño. La pobreza del pesebre —dijo— no es carencia, es lenguaje de amor. Frente a cada Natividad, incluso las humildes de nuestros hogares, la Iglesia vuelve a aprender el silencio, la oración y la mirada interior que sana. María, modelo de adoración, no explica: custodia. Su silencio es fe madura.
Junto al pesebre, el árbol siempreverde alza su catequesis silenciosa. En pleno invierno, proclama que la vida no se rinde. Sus luces —insistió el Papa— no decoran: anuncian a Cristo, Luz del mundo, que vence las sombras del pecado y orienta el camino cuando la noche parece definitiva. No es folklore: es esperanza encendida.
El gesto más conmovedor llegó desde Costa Rica: una Natividad tejida con 28.000 cintas, cada una símbolo de una vida protegida del aborto gracias a la oración y la ayuda concreta. Navidad, recordó León XIV, defiende la vida desde el inicio y abraza a las madres en dificultad. La paz empieza allí donde la vida es cuidada.
Con palabras firmes, el Papa pidió desterrar el odio, condenó la violencia y elevó una oración por las víctimas del terrorismo reciente. El pesebre y el árbol, concluyó, no miran al pasado: nos reclaman hoy. Si dejamos que la ternura del Niño ilumine la existencia, la fe deja de ser adorno y se vuelve camino, fraternidad y esperanza que no falla.
EL PESEBRE Y EL ÁRBOL NO SON DECORACIÓN: LEÓN XIV LANZA EL MENSAJE QUE DESPIERTA LA FE EN NAVIDAD