El Papa Llora con el Congo: “Que la Sangre de los Mártires Sea Semilla de Paz”
- Canal Vida
- 28 jul
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Más de 40 cristianos fueron masacrados en una iglesia del Congo. León XIV rompió el silencio con un mensaje desgarrador y una frase que ya conmueve al mundo entero. ¿Hasta cuándo seguirá muriendo la fe a balazos?
Roma arde de dolor mientras el corazón de León XIV sangra por una nueva masacre en la tierra de los olvidados. La iglesia Bienheureuse-Anuarite, en la región de Komanda, al este de la República Democrática del Congo, fue escenario de una tragedia atroz: más de 40 fieles fueron asesinados brutalmente el 27 de julio por las milicias de las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF). Era un templo, era un refugio… y terminó siendo un cementerio.
El Papa no tardó en reaccionar. Desde la Santa Sede, envió un telegrama conmovedor, lleno de rabia sagrada y ternura paternal, firmado por el cardenal Pietro Parolin, al presidente de los obispos congoleños, monseñor Fulgence Muteba. El mensaje no deja lugar a dudas: el Sucesor de Pedro está de luto con su pueblo.
“Esta tragedia nos impulsa aún más a trabajar por el desarrollo humano integral de la martirizada población de esta región”, dijo el Obispo de Roma. Su mensaje, que ya circula por todo el mundo, es más que un gesto diplomático: es un grito de esperanza en medio del horror, una advertencia al mundo que parece mirar hacia otro lado mientras el Congo sangra.
DOMINGO SAGRADO BAÑADO DE SANGRE
La masacre ocurrió mientras los fieles se reunían para el culto. Fue un ataque directo a la fe, a la esperanza, al amor. Mujeres, niños, ancianos... nadie fue perdonado por la violencia de las ADF, una milicia que desde hace años siembra el terror bajo la sombra del silencio internacional.
El Pontífice, dolido y conmovido, aseguró sus oraciones por las víctimas, las familias destrozadas y toda la comunidad cristiana golpeada por esta masacre. Pero no se quedó ahí. Con una voz profética, dejó una frase que ya retumba como eco celestial en medio de la devastación: “Que la sangre de los mártires sea semilla de paz, reconciliación, fraternidad y amor para todo el pueblo congoleño”.
Mientras las iglesias del mundo lloran, el Santo Padre bendijo a la parroquia Bienheureuse-Anuarite de Komanda y pidió que no se apague la fe. Que los mártires no hayan muerto en vano. Que la Iglesia sea fortaleza en el dolor, lámpara en la noche, escudo de los pobres.
CRISTIANOS PERSEGUIDOS
Esta nueva masacre no solo interpela a África, sino al mundo. ¿Cuántos cristianos más deben morir para que los poderosos reaccionen? ¿Cuántas parroquias deben ser reducidas a escombros para que la humanidad despierte?
Desde Roma, el sucesor de Pedro clama por justicia, pero sobre todo por paz verdadera, la que nace del perdón, la que se construye desde las ruinas del odio. Su dolor es el dolor de millones. Su oración, el último refugio de los que ya no tienen hogar.
Y aunque el templo de Komanda fue profanado con sangre inocente, el Papa recuerda al mundo que la fe no muere entre disparos. Al contrario, renace. Porque donde hay mártires… el Reino de Dios florece.
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