El Papa Clama: “¡Basta de Armas en Ucrania y Hambre en Gaza!”
- Canal Vida
- 14 ago
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En Castel Gandolfo, León XIV lanzó un llamado urgente al mundo: alto el fuego en Ucrania, pan para Gaza. Con la fuerza de un padre y la ternura de un pastor, pidió cambiar las armas por diálogo… y salvar vidas.
Bajo el cielo sereno del verano italiano, la voz de León XIV se alzó con la fuerza de un trueno moral: “Hay que buscar siempre el alto el fuego… no las armas”. No fue un discurso frío ni diplomático, fue un grito que atravesó las murallas de Villa Barberini y, con eco, golpeó el corazón de dos tragedias que desangran al mundo: la guerra en Ucrania y el hambre en Gaza.
Frente a periodistas y fieles que lo esperaban con emoción, el Pontífice dejó clara la postura de la “diplomacia blanda” de la Santa Sede: resolver conflictos con diálogo, no con balas.
“¿CUÁL ES EL FIN DE TANTA GUERRA?”
El momento más contundente llegó cuando un periodista le preguntó sobre la cumbre que se avecina entre Donald Trump y Vladimir Putin. El Santo Padre, sin titubeos, dejó caer la pregunta que ningún político quiere oír: “Después de tanto tiempo… ¿cuál es el fin? ¿Seguir matando? ¿Seguir llenando cementerios?”.
Con la mirada fija, casi como un padre corrigiendo a hijos rebeldes, pidió alto el fuego inmediato, acuerdos reales y el fin de una violencia que parece no tener propósito más que alimentar la industria de la muerte.
GAZA: REHENES, TERROR... Y HAMBRE QUE MATA EN SILENCIO
Cuando la conversación giró hacia Gaza, su voz se suavizó, pero la urgencia no. Recordó la violencia del terrorismo, el dolor de las víctimas y la angustia de los rehenes israelíes. Pero también habló de quienes no tienen voz: los que mueren de hambre.
“No se puede seguir así. Es necesario liberar a los rehenes, sí… pero también es urgente salvar a los que se apagan lentamente por no tener un pedazo de pan”, dijo, en una frase que cortó el aire.
UNA DIPLOMACIA QUE NO SE RINDE
El Papa no se ilusiona con que la Santa Sede pueda detener por sí sola una guerra. Pero dejó claro que seguirá golpeando la puerta de los poderosos, invitando a negociar, insistiendo en la vía de la no violencia y el diálogo. “Estos problemas no se pueden resolver con la guerra”, repitió, como un estribillo que no quiere que el mundo olvide.
FE Y GESTOS CONCRETOS
Durante su estancia en Castel Gandolfo, León XIV no se encierra. Celebrará misas abiertas al pueblo, rezará el Ángelus y compartirá el almuerzo con los pobres, recordando que la verdadera paz comienza con un plato de comida y un corazón abierto.
El mensaje está dado: el mundo tiene que elegir entre seguir fabricando armas… o fabricar paz.
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