El Banco donde se Sienta Cristo: La Escultura que Duele, Despierta y Bendice el Camino de Santiago
- Canal Vida
- 6 ago
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Una escultura estremecedora llegó al final del Camino de Santiago: muestra a Jesús como un indigente, cubierto con una manta, con llagas en los pies. ¿Te atreverías a sentarte a su lado? La fe ahora interpela desde la calle.

Una figura encorvada, envuelta en una manta. En apariencia, un indigente más, de esos que muchos esquivan con la mirada. Pero basta mirar sus pies para estremecerse: están marcados por llagas. Son las llagas de Cristo. Así se presenta “Jesús sin hogar”, la impactante escultura que llegó al final del Camino de Santiago para interpelar, conmover y dejar sin excusas a quien aún cree que la fe solo se celebra en templos.

Instalada frente a la Oficina de Acogida al Peregrino en Santiago de Compostela, esta obra de bronce del escultor canadiense Timothy Schmalz fue bendecida el 22 de julio, justo antes de la gran fiesta de Santiago Apóstol. Y no es casualidad. Porque mientras miles de peregrinos llegan exhaustos a su meta sagrada, una figura los espera en silencio. No para aplaudirlos, sino para recordarles algo esencial: que Jesús camina al lado de los pobres. Y que el verdadero final del camino es el corazón del prójimo.

MIRAR AL NECESITO CON EL CORAZÓN
“Después de crear esta obra, nunca volví a mirar a una persona sin hogar de la misma forma. Ahora veo a Jesús”, confesó Schmalz. Y ese es justamente el propósito de esta pieza brutal y bendita. El banco donde reposa no es solo un banco: es una trinchera de fe, una sacudida al alma y una pregunta sin anestesia. ¿Y si fuera Él?
La inspiración brota del Evangelio de Mateo 25: “Estuve sin hogar y me disteis refugio”. Esa palabra viva se hizo bronce y ahora arde en silencio bajo el cielo gallego. El arzobispo de Santiago, monseñor Francisco José Prieto Fernández, lo dijo con crudeza: “No todos los que caminan tienen una meta ni un techo. Esta obra nos recuerda que también hay peregrinos que caminan sin saber si llegarán a algún lado. Y eso debería dolernos”.

ARTE DE FE
Timothy Schmalz no es un artista cualquiera. Es el autor de “Angels Unawares”, emplazada en el Vaticano, y de “Let the Oppressed Go Free”, entre otras piezas que fusionan arte y evangelio. Su Jesús sin hogar ya fue colocado en más de 100 ciudades del mundo, pero esta vez tiene un poder especial. Porque lo ven los que acaban de recorrer cientos de kilómetros buscando a Dios… y lo encuentran en el rostro de un indigente.
La escultura llegó a España gracias a la donación de Diane y Tim Needles, un matrimonio de Cleveland que no quiso que esta imagen se quedara en un museo. Querían que hablara. Que confrontara. Que hiciera llorar. Y lo lograron.
Hoy, en el último banco del Camino, no se sienta un turista ni un monumento. Se sienta Cristo. Dolido. Olvidado. Pero presente. Esperando que alguien, por fin, no lo mire como un problema… sino como una oportunidad de amor. Porque el Camino no termina en la Catedral. Termina en el corazón del que sufre.
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