Dios Te Está Llamando… y Vos Hacés Silencio: El Error Mortal que Millones Cometen Cada Día
- Canal Vida

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Ignorar la voz de Dios es el error espiritual más peligroso de nuestra época. Él llama en la familia, en la oración, en la vida diaria… pero casi nadie responde. Estas son las señales que estás pasando por alto y que cambian un destino.

Hay llamadas que cambian una vida entera: una propuesta de trabajo, un diagnóstico, una noticia inesperada. Pero existe una llamada infinitamente más grande, más urgente y más peligrosa de ignorar: la llamada de Dios.
Y hoy, millones de personas —sí, millones— están apagando Su voz sin darse cuenta. Como quien deja sonar el celular entre las sábanas o activa el modo avión sin querer… así apagamos la voz del Creador en la rutina, en el ruido, en la ansiedad de correr detrás de todo menos de Él.
El drama es este: Dios llama siempre… pero nosotros ya casi nunca respondemos.
Y eso tiene consecuencias espirituales devastadoras.
EL ERROR QUE NOS ESTÁ MATANDO EL ALMA: NO RESPONDER
Dios no deja de buscarnos. Somos nosotros los que dejamos de escuchar.
Creemos que “vocación” es solo para curas o monjas. Creemos que Dios solo llama a los perfectos, a los “especiales”, a los místicos.
Mentira.
Dios llama:
✨ a la vida familiar
✨ al matrimonio santo
✨ a la misión en medio del trabajo
✨ al servicio en la parroquia
✨ al apostolado
✨ a la oración
✨ al silencio
✨ a la conversión personal
✨ a decir la verdad cuando nadie la dice
✨ a ser luz en un mundo que ama la oscuridad
La tragedia espiritual es esta: muchos esperan escuchar la voz de Dios con truenos y relámpagos… y Él habla bajito. Tan bajito que solo lo oye quien quiere oírlo.

CÓMO DARTE CUENTA DE QUE DIOS TE ESTÁ LLAMANDO (Y VOS LO ESTÁS IGNORANDO)
1. Si algo te inquieta… es Él.
Dios no llama desde la comodidad, llama desde la inquietud. Ese pensamiento que vuelve, esa idea que te golpea, esa incomodidad constante… es la voz de Dios empujando la puerta.
2. Si la vida te pide más de lo que tenés… es Él.
Él llama a los que están cansados, rotos, imperfectos. Nunca necesitó gente perfecta. Necesita gente dispuesta.
3. Si sentís que el mundo te distrae… es Él.
Cuando el alma tiene hambre, nada del mundo la sacia. Ni redes, ni trabajo, ni éxito, ni relaciones vacías.Solo Dios llena lo que nadie más puede llenar.
4. Si aparece un silencio que asusta… es Él.
Cuando Dios quiere hablar, primero apaga el ruido. Esa soledad que al principio incomoda… es el desierto donde Él te espera.
5. Si estás evitando algo espiritual… es Él.
Ese “tengo que volver a misa”, “tengo que rezar más”, “tengo que confesarme”…Los seres humanos evitamos EXACTAMENTE aquello que nos sana. Y Dios insiste EXACTAMENTE por ese lugar.
EL LLAMADO NO ES SOLO A LA VIDA RELIGIOSA
Dios no llama solamente a sacerdotes y religiosas. Eso es solo una parte de su plan.
El llamado puede ser:
🔹 A fundar una familia
🔹 A ser un padre presente
🔹 A perdonar lo imperdonable
🔹 A volver a rezar
🔹 A dejar un pecado
🔹 A hacer apostolado
🔹 A sostener a la parroquia
🔹 A servir en Cáritas, en un comedor, en tu barrio
🔹 A ser un trabajador honesto en un mundo corrupto
🔹 A hacer silencio
🔹 A amar más
🔹 A creer más
La santidad no es para pocos: Es para los que escuchan.

CLAVES PARA ESCUCHAR A DIOS (Y NO AUTOENGAÑARTE MÁS)
1. Matá el ruido.
Dios no grita. Si no apagás el celular, la ansiedad, el ruido y el ego… jamás lo vas a oír.
2. Rezá aunque no tengas ganas.
La oración no es sentir, es obedecer. Querés escuchar a Dios → rezá. No hay atajos.
3. Tocá la Biblia. Abrila. Leéla.
Dios habla sobre todo ahí. No hay cristiano serio sin Biblia abierta.
4. Acercate a la Eucaristía.
La Misa es donde Dios habla más claro. Pero muchos llegan tarde… o ni llegan. Después se preguntan por qué no “oyen a Dios”.
5. Escuchá a los demás.
Dios usa personas como si fueran mensajeros temporales: un consejo, una frase, una pregunta, un desafío. El que no escucha a nadie… no escucha a Dios.
6. Mirá tus heridas.
Dios llama desde la verdad, no desde la máscara. Muchos tapan sus heridas… y tapan la voz de Dios con ellas.
EL LLAMADO DE DIOS NO ESPERA
No responder puede parecer inofensivo. Pero es letal.
Una vida sin Dios se vuelve ruido. Una vida sin oración, vacío. Una vida sin misión, confusión.
Dios te está llamando. No para arruinarte la vida, sino para devolvértela.
El verdadero peligro no es que Dios deje de hablar…El verdadero peligro es que vos dejes de escucharlo.
¿Estás listo para responder?









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