Carlo Acutis: El Santo que Venció la Muerte con Fe, Tecnología y Juventud
- Canal Vida

- 20 sept
- 4 Min. de lectura
Carlo Acutis, el “santo millennial”, ya tiene parroquia propia en Brasil, reliquias insólitas y un sacerdote que sobrevivió a la leucemia gracias a su intercesión. ¿Cómo un gamer adolescente se convirtió en el nuevo fenómeno espiritual de la Iglesia?

El 7 de septiembre, la plaza de San Pedro fue escenario de una canonización histórica: Carlo Acutis, junto a Pier Giorgio Frassati, fueron proclamados santos por León XIV. Entre la multitud que celebraba, la voz de un testigo conmovió a miles: el padre Elinton Costa, un sacerdote brasileño que sobrevivió a la misma leucemia que mató a Carlo, y que asegura que su curación fue obra de la intercesión del nuevo santo.
El presbítero relató que padeció leucemia mieloide aguda M3, la misma que llevó a Carlo a la tumba en 2006. Tras ciclos de quimioterapia y noches de agonía, descubrió que su enfermedad no era una condena, sino un camino hacia Dios. “En la ducha, vi el agua mezclada con sangre, como brotando del Corazón de Jesús. El Espíritu Santo me reveló: esta enfermedad no es para la muerte, sino para la gloria de Dios”.
EL INFLUENCER DE DIOS
Carlo Acutis nació en Londres en 1991 y murió en Monza, Italia, en 2006. Hijo único de una familia acomodada, desde pequeño mostró un amor profundo por la Eucaristía. A los 7 años pidió recibir la Primera Comunión y nunca más dejó de asistir a misa diaria.
Apasionado de la informática, diseñó un sitio web para catalogar milagros eucarísticos. Fue apodado el “ciber apóstol de la Eucaristía” y su frase se volvió un lema para los jóvenes del siglo XXI: “Todos nacemos originales, pero muchos mueren como fotocopias”.
Carlo también era un adolescente común. Jugaba videojuegos —solo una hora por semana— y disfrutaba de la PlayStation que le habían regalado a los 8 años. Hoy esa consola podría convertirse en la primera reliquia tecnológica de la Iglesia.

UNA PLAYSTATION QUE PUEDE HACER HISTORIA
En la tradición católica, los objetos personales de los santos son reliquias de segundo grado. Un rosario, una túnica, una libreta… pero ¿una consola de videojuegos? Esa es la discusión que se abrió tras la canonización de Carlo.
La PlayStation y su mando, usados con austeridad por el santo, podrían convertirse en símbolos de santidad juvenil: un puente entre fe y tecnología. Sería la primera vez que un objeto ligado al mundo gamer entrara en el catálogo oficial de reliquias de la Iglesia.
¿Exageración o providencia? Para miles de jóvenes, tocar esa consola sería como tocar un pedazo de la vida real de Carlo: un adolescente moderno, conectado a internet y a la vez profundamente enamorado de Cristo.

EL SACERDOTE QUE VIVIÓ EL MILAGRO
El padre Costa no duda: Carlo fue clave en su curación. “Él se convirtió en mi compañero espiritual. Vivió una especie de sacerdocio existencial, entregando todo a Cristo. Su intercesión me devolvió no solo la salud, sino también la pasión por mi ministerio”.
Hoy, ya recuperado, el sacerdote da testimonio en Brasil y asegura que su vida es prueba de que Carlo sigue obrando milagros. “Lo importante no es solo la sanación física —manifestó el religioso—, sino la sanación del alma. Rezo el Rosario cada día, hago Adoración Eucarística, y busco inspirar a los jóvenes a no ser fotocopias, sino originales”.
UNA PARROQUIA EN BRASIL
El lazo entre Brasil y Carlo Acutis es profundo. Su primer milagro reconocido por el Vaticano ocurrió allí en 2010: un niño fue curado de una enfermedad pancreática tras tocar una reliquia del joven italiano.
En 2023, se dio un paso más: se inauguró en São Paulo la primera parroquia del mundo dedicada a san Carlo Acutis. Ubicada en el Centro Universitario Católico Ítalo-Brasileño, la capilla alberga una reliquia de primera clase: un fragmento de piel del santo.
El párroco Diego Santana Dias lo resume así: “Queremos mostrar a los jóvenes que la santidad no es algo del pasado. Carlo era un chico como cualquiera, pero supo vivir con el corazón puesto en Dios”.

UNA BIOGRAFÍA QUE INSPIRA
Carlo murió a los 15 años, ofreciendo sus sufrimientos “por el Papa y la Iglesia”. Fue beatificado en 2020 en Asís y canonizado en 2025, convirtiéndose en el primer santo millennial.
Sus restos reposan en Asís, vestidos con jeans, zapatillas y un suéter deportivo, como caminaba por las calles de Milán. Así quiso la Iglesia presentarlo: como un joven común que supo vivir lo extraordinario.
LA PROVIDENCIA DE UNA VIDA BREVE
La vida de Carlo parece escrita por la providencia:
Un adolescente moderno que usaba internet para evangelizar.
Un gamer que convirtió su consola en un símbolo de disciplina espiritual.
Un joven enfermo que ofreció su dolor como sacrificio redentor.
Hoy, su figura es luz para millones. Su santidad no nació de lo espectacular, sino de lo cotidiano: la misa diaria, el Rosario, la ayuda a los pobres y una sonrisa que desarmaba corazones.
UN SANTO PARA EL SIGLO XXI
El impacto de Carlo no se mide solo en milagros reconocidos por el Vaticano. Su verdadera fuerza está en la identificación de los jóvenes con él: un chico de su tiempo, inmerso en la tecnología, pero libre frente a ella; conectado al mundo, pero más aún al cielo.
Carlo es el “patrón de Internet”, pero también es el testimonio de que la santidad no está reservada a conventos o mártires de siglos pasados. Se puede ser santo con jeans, zapatillas y una PlayStation.
El padre Costa, los peregrinos de Asís, los fieles de São Paulo y miles en todo el mundo lo saben: Carlo es un amigo cercano en el cielo. Su sonrisa adolescente sigue desafiando a la muerte, recordando que la verdadera victoria no está en el éxito humano, sino en vivir cada día con Cristo.









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