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¡Basta de Sangre! El Papa Clama por Gaza con Voz Profética

  • Foto del escritor: Canal Vida
    Canal Vida
  • hace 33 minutos
  • 3 Min. de lectura
El Papa León XIV rompe el silencio con un grito que estremece a todo el mundo: ¡alto el fuego ya! Tras el ataque a la única parroquia católica en Gaza, exige paz, denuncia la violencia y ruega por los heridos y los muertos.
Gaza
Gaza arde. Columnas de humo marcan los sitios donde la vida fue arrancada. Nada queda en pie, salvo el dolor.

La sangre volvió a correr en Gaza… pero esta vez salpicó el altar. Un misil cayó sobre la parroquia de la Sagrada Familia —único templo católico que hay allí—, dejando heridos, gritos, fuego y escombros en el único refugio espiritual que quedaba en pie. Más de 500 personas huían de la guerra bajo ese techo. Hoy, el horror tocó la casa de Dios. Y el Papa León XIV levantó su voz con la fuerza de un profeta.

Pedro Kriskovich
ENTRISTECIDO

Desde el Vaticano, a través de un telegrama estremecedor firmado por el cardenal secretario de Estado Pietro Parolin, el Santo Padre declaró estar “profundamente entristecido” por el brutal ataque militar israelí que alcanzó la iglesia católica. Entre los heridos está el propio párroco, padre Gabriel Romanelli, alcanzado en la pierna por una esquirla de metralla mientras auxiliaba a su comunidad. Fue internado en el hospital Al-Ahli, en la misma ciudad que se desangra desde hace meses.

Gaza
El sacerdote argentino Gabriel Romanelli se inclina junto a una mujer herida. En medio del horror, el consuelo de Dios se hace carne.
“¡ALTO EL FUEGO INMEDIATO!”

El clamor del Obispo de Roma no es una súplica, es un grito. En medio del silencio cómplice de muchos líderes mundiales, León XIV exige que se detenga la masacre, que se abran las puertas al diálogo, que los misiles callen y hablen los hombres.


“Paz duradera, diálogo, reconciliación”, escribió el Papa en su mensaje, con la firmeza de quien ya no puede tolerar más violencia sobre inocentes, más profanaciones sobre templos, más niños sin nombre sepultados bajo escombros.


Gaza
Un sacerdote sostiene una bolsa de sangre en un hospital improvisado. Cuando todo colapsa, la Iglesia entrega hasta la última gota.
UN REFUGIO CONVERTIDO EN BLANCO

La parroquia de la Sagrada Familia era uno de los últimos lugares que albergaba vida, fe y esperanza en medio del infierno. Desde el inicio del conflicto, familias enteras buscaban allí el abrazo de Dios. Hoy, la guerra entró por las ventanas del templo y sembró el pánico.


El sucesor de Pedro confió las almas de los fallecidos a la “misericordia de Dios Todopoderoso” y pidió oración urgente por los que están heridos, por los que lloran, por los que todavía viven bajo el miedo.


Gaza
Una cruz quebrada resiste entre los escombros de Gaza. La fe permanece en pie donde todo lo demás fue destruido.
LA IGLESIA NO SE CALLA

Mientras el mundo duda o calla, León XIV actúa. El suyo no es un llamado político. Es un llamado evangélico, moral y profético. Cada bomba que cae sobre Gaza también cae sobre el corazón de Cristo, que vuelve a ser crucificado en su pueblo.


El dolor del pueblo de Dios es también el dolor del Vicario de Cristo, que se convierte en voz de los que ya no tienen voz.


¿Cuántos muertos más necesita el mundo para entender que la guerra jamás será la respuesta?



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