La intromisión del cardenal en la autonomía universitaria.
En contraposición a la decisión tomada por el cardenal Adalberto Martínez Flores, la Conferencia Regional de Educación Superior de América Latina y el Caribe (CRES) afirmó en 2018 que "la autonomía universitaria es una condición necesaria para el desarrollo de la ciencia, la tecnología y la cultura, así como para la formación de ciudadanos críticos y responsables".
Por Juan Marinangeli
El cardenal Adalberto Martínez Flores, en su afán de defender la moral y la ética, tomó una decisión que pone en tela de juicio su compromiso con la autonomía universitaria y la democracia.
El arzobispo pidió públicamente la desvinculación del abogado Cristian Kriskovich de la Universidad Católica de Asunción tras la denuncia mediática de supuesto acoso sexual por parte de Belén Whittingslow, una joven que fue su alumna y que actualmente está prófuga de la justicia en la causa que se investiga por supuesta compra de notas en la mencionada casa de estudios.
Un dato que no es menor en este “juego” de pedidos y declaraciones del purpurado, es que la denuncia por supuesto acoso fue desestimada por la justicia y que Whittingslow en todo momento entorpeció la investigación. En ese contexto, es importante destacar que no hay causal de despido laboral a Cristian Kriskovich.
La institución debe tomar medidas para proteger su autonomía y no dejarse influir por presiones externas, sean estas religiosas, políticas o de cualquier otra índole.
Si bien es cierto que el acoso sexual es una grave falta que debe ser sancionada, la forma en que el cardenal actuó en este caso deja mucho que desear. Pedir públicamente la desvinculación de un docente universitario es una intromisión en la autonomía de la casa de estudios y puede generar un precedente peligroso para la libre circulación de ideas y el pensamiento crítico.
La decisión de monseñor Martínez Flores es arbitraria e ilegal, y pone en juego la libertad académica y la independencia de la Universidad Católica de Asunción.
La institución debe tomar medidas para proteger su autonomía y no dejarse influir por presiones externas, sean estas religiosas, políticas o de cualquier otra índole.
Es fundamental que se respete la legalidad y el debido proceso en todo momento, y que las denuncias de acoso sexual sean tratadas con la seriedad y el rigor que merecen. Pero esto no puede ser una excusa para vulnerar los derechos de las personas y las instituciones.
La decisión de monseñor Martínez Flores es arbitraria y pone en juego la libertad académica y la independencia de la Universidad Católica de Asunción.
La decisión del cardenal es una clara violación de la autonomía universitaria y un intento de ejercer presión sobre una casa de estudios para que tome una medida específica. Es importante que se respete la legalidad y que se garantice la libertad académica en todas las instituciones educativas del país.
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