Bajo el mismo cielo: Santiago Peña oró ante la tumba de Francisco y pidió bendición para Paraguay
- Canal Vida
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A momentos del inicio del pontificado de León XIV, el presidente Santiago Peña oró ante la tumba del Papa Francisco en Santa María la Mayor, agradeció su amor por Paraguay y pidió su bendición desde el cielo.
A pocas horas de participar en la histórica entronización de León XIV, el presidente de Paraguay, Santiago Peña, protagonizó una escena profundamente conmovedora en la basílica de Santa María la Mayor. Allí, de pie ante la tumba de Francisco, el mandatario oró en silencio, con los ojos cerrados y el corazón abierto.
En el mismo lugar donde Francisco rezaba antes y después de cada viaje papal, Peña llevó el agradecimiento de un pueblo entero. “Venimos a orar por él, agradecerle por tanto cariño y, por supuesto, que nos siga bendiciendo desde el cielo a todo el pueblo paraguayo”, declaró.
La escena, cargada de simbolismo y emoción, selló una jornada que quedará en la memoria colectiva de Paraguay: la gratitud viva hacia un Papa que siempre miró con ternura al pueblo guaraní, y la esperanza depositada en León XIV, a quien Peña pidió que visite pronto la tierra donde la fe crece al ritmo de su gente.
La emotiva visita de Santiago Peña a la tumba de Francisco también tuvo un trasfondo político: el presidente paraguayo había sido duramente criticado semanas atrás por no asistir al funeral del Pontífice argentino, quien había visitado Paraguay en 2015 y mantenía un vínculo estrecho con el país. En aquel momento, optó por viajar a Estados Unidos, una decisión que generó malestar entre fieles y dirigentes católicos. Su gesto en Roma, orando ante los restos de Francisco, es visto ahora como una forma de reconciliarse simbólicamente con ese vacío y con el pueblo creyente que esperaba una señal más clara de gratitud.
El presidente sostuvo que el pontificado que inicia debe mantener el legado de cercanía, humanidad y compromiso que caracterizó al Papa Francisco.
Y así, entre mármol antiguo, plegarias silenciosas y una vela encendida, Paraguay volvió a estar en el corazón de la Iglesia.
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