Atacan una misión y matan a una monja.
Sor María De Coppi, la monja asesinada vivía en Mozambique desde 1963.
La violencia por odio a la fe no cesa en África, las persecuciones a cristianos en Nigeria, Sudáfrica, Congo, Kenia, Marruecos, están a la orden del día. Ahora la lupa se centró a Mozambique donde el 6 de septiembre un ataque terrorista yihadista asesinó a la misionera comboniana María De Coppi (84), que estaba en ese continente desde 1963.
En el violento asalto perpetrado en Chipene, los criminales incendiaron la misión, de donde fueron rescatadas religiosas y sacerdotes.
“El crecimiento y concentración de organizaciones criminales, la radicalización islámica y el terrorismo yihadista desde octubre de 2017 representan las mayores amenazas para la población, particularmente en la provincia de Cabo Delgado, al norte del país”, señaló Alessandro Monteduro, director de la Ayuda a la Iglesia Necesitada, e indicó que más de 800.000 personas tuvieron que emigrar producto de las actividades criminales y terroristas islámicas.
ENAMORADA DE DIOS
María De Coppi (primera de der. a izq.) era oriunda de Treviso.
Una mujer “enamorada de su propia vocación, del entregarse a Dios a través del servicio a los más pobres, enamorada del lugar donde vivía, del ambiente, de la gente, porque las palabras que a menudo se repetían en su discurso eran precisamente: pueblo y gente, pueblo y gente". Así definió El padre Silvano a sor María, que durante 60 en Mozambique vivió los momentos más delicados, más bellos, pero también los más dramáticos y peligrosos de este país, como la independencia y los 17 años de guerra con un millón de muertos.