Preocupación por el estado del Santo Padre, que fue internado esta mañana por problemas de salud.

Francisco fue ingresado hoy en el Policlínico Agostino Gemelli de Roma para continuar su tratamiento contra una bronquitis persistente. La Santa Sede confirmó la suspensión de su agenda, alimentando las especulaciones sobre su salud y el futuro de su pontificado.

Una hospitalización que enciende las alarmas
Desde hace días, el Papa mostró signos evidentes de agotamiento y dificultades respiratorias. Tras delegar la lectura de su homilía en la plaza de San Pedro y cancelar varias audiencias, finalmente fue ingresado en el hospital para recibir tratamiento médico intensivo.
La Oficina de Prensa del Vaticano anunció la suspensión de todas sus actividades previstas para este fin de semana, incluyendo la Audiencia Jubilar del sábado y la Misa del Jubileo de los Artistas del domingo, que será presidida por el cardenal José Tolentino de Mendonça en su lugar.

¿Un nuevo indicio de una posible renuncia?
Esta hospitalización se produce en un contexto de crecientes interrogantes sobre la capacidad del Obispo de Roma para continuar liderando la Iglesia. Su decisión reciente de extender los mandatos de los cardenales Giovanni Battista Re y Leonardo Sandri ya había despertado especulaciones sobre una posible dimisión.
A sus 87 años, Francisco enfrenta un cuadro de salud delicado que podría acelerar una decisión trascendental. Su retiro no es un tema ajeno al Vaticano, y el recuerdo de la histórica renuncia de Benedicto XVI sigue presente. ¿Está el Papa preparando el terreno para dar un paso al costado?
Por ahora, el mundo católico espera noticias sobre su evolución, mientras la incertidumbre crece en los pasillos del Vaticano.
Commentaires