En una abadía francesa casi vacía, un monje de 86 años mantiene viva una tradición que mezcla oración, disciplina y sabor. El padre Marc elabora 70.000 patés al año, demostrando que la fe también se puede untar en pan. En el corazón silencioso de la abadía de Notre-Dame-de-Grâce, el padre Marc —de 86 años— prepara el famoso paté trapense que ha conquistado a Europa. Entre oraciones, rosarios y aromas ancestrales, transforma la cocina monástica en un altar donde el trabajo se