El Papa Francisco en su viaje apostólico a Papúa Nueva Guinea, destaca la riqueza cultural, la lucha contra la violencia tribal y la importancia del cuidado de la creación.
El Santo Padre mantuvo un encuentro con más de 35.000 fieles en Papua Nueva Guinea.
El Papa Francisco, en su viaje apostólico que abarca varias naciones del sudeste asiático y Oceanía, está dejando una huella profunda en Papúa Nueva Guinea, país que visita del 6 al 9 de septiembre. En un discurso lleno de simbolismo, destacó la extraordinaria diversidad étnica, cultural y lingüística de este territorio, compuesto por más de 800 lenguas y 600 tribus. No sólo fue un reconocimiento a la riqueza cultural, sino también un llamado a la unidad, la paz y la reconciliación.
EL DESAFÍO DE LA VIOLENCIA TRIBAL
Uno de los temas más importantes abordados por el Santo Padre fue la violencia tribal, una problemática recurrente en Papúa Nueva Guinea, exacerbada por la pobreza y el acceso a armas de fuego.
"Un pueblo que reza tiene futuro" (Papa Francisco)
Francisco hizo un llamado urgente a detener esta espiral de violencia que, según sus palabras, "no permite vivir en paz y obstaculiza el desarrollo". En este contexto, reconoció el rol vital de la Iglesia local en la mediación de conflictos, sirviendo como un puente entre las comunidades.
El Papa Francisco se mimetizó con los nativos.
JUSTICIA Y CUIDADO DEL MEDIO AMBIENTE
En otro aspecto fundamental de su visita, el vicario de Cristo subrayó la importancia de cuidar la creación y gestionar de manera justa los recursos naturales. "Los bienes están destinados por Dios a toda la colectividad", dijo, refiriéndose a la riqueza en recursos naturales del país y su explotación por parte de multinacionales. Asimismo, insistió en la necesidad de distribuir equitativamente los beneficios para mejorar las condiciones de vida de la población local.
ESPERANZA A TRAVÉS DE LA ORACIÓN
El lema de la visita, "Pray", es un hilo conductor durante su estancia en el país. En su homilía durante la misa celebrada en el estadio Sir John Guise, ante más de 35.000 personas, invitó al pueblo papú a abrirse a la esperanza que ofrece el Evangelio. "Un pueblo que reza tiene futuro", subrayó, afirmando que la oración y la unidad con Dios son esenciales para superar las adversidades que enfrenta la nación.
UN VIAJE QUE CONTINÚA
El viaje apostólico del Obispo de Roma aún no terminó. Después de su estadía en Papúa Nueva Guinea, continuará su recorrido por Timor Oriental y Singapur, donde se espera que siga llevando su mensaje de paz, justicia y esperanza a través del diálogo y la oración.
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