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León XIV Advierte: Sin Dios, Toda Esperanza Se Derrumba

  • Foto del escritor: Canal Vida
    Canal Vida
  • hace 15 minutos
  • 3 Min. de lectura
La advertencia del Papa sacudió al mundo: cuando la vida se derrumba y el miedo vuelve a tocar la puerta, solo hay un lugar donde la esperanza no traiciona.
Papa León XIV
El Santo Padre aseguró que cuando las dudas caen sobre la persona, cuando no se ve salida ante una situación, el único que ilumina es Dios. (Fotografía: Vatican Media)

En un mundo que parece caminar sobre un suelo que se quiebra, donde las guerras reabren heridas antiguas y las familias sienten que la incertidumbre se volvió compañera diaria, el León XIV lanzó este 24 de noviembre un mensaje que retumba como un llamado a despertar: “La esperanza no significa tener todas las respuestas, sino confiar en Dios y seguir más de cerca a Cristo”.


Lo dijo frente a los peregrinos letones que llegaron a Roma cien años después de la primera peregrinación oficial de su país… pero lo dijo para todos. Para un mundo que tiembla. Para un continente que sufre. Para creyentes que sienten que ya no pueden más.


Y su mensaje fue claro: cuando la tribulación golpea, la única salida real es volver a Dios.

Casa Betania
UN PAPA QUE HABLA A LAS HERIDAS DEL MUNDO

Recordó las antiguas persecuciones, los conflictos que marcaron a Letonia y la memoria dolorosa que hoy revive por la tensión en su región. Pero en vez de hundirse en la nostalgia oscura, volvió a encender la chispa que guió a los primeros cristianos: “La esperanza no decepciona… aunque todo alrededor tiemble”.


Esa frase —simple, pero con filo de eternidad— fue el corazón de su discurso. Porque no surgió del optimismo vacío, sino del testimonio crudo de mártires que dieron la vida en Roma, de pueblos que sobrevivieron invasiones y dictaduras, y de generaciones que caminaron a tientas… sin dejar de rezar.


“Cuando llegue la tribulación… vuelvan a Dios. Él es la única esperanza que no traiciona” (León XIV)


“CUANDO TODO SE DERRUMBA, VUELVAN A DIOS”

Ante la mención del conflicto actual en la región báltica, el Santo Padre fue directo: “Es importante recurrir a Dios y fortalecernos con su gracia cuando nos encontramos ante tribulaciones”.


Nada de espiritualidad decorativa. Nada de frases tibias. Fue un golpe al alma del mundo moderno, que busca respuestas en análisis, estadísticas y discursos políticos… pero evita la única medicina capaz de sanar heridas profundas.


El Pontífice les pidió —y nos pidió— que volvamos a Dios con urgencia, no desde el miedo, sino desde la certeza de que Su gracia sostiene incluso a quienes ya sienten que no pueden sostenerse solos.


León XIV
El Papa señaló que la peregrinación es un momento de camino para escuchar a Dios. (Fotografía: Vatican Media)

LA PEREGRINACIÓN QUE DESPIERTA EL CORAZÓN

El sucesor de Pedro insistió en algo que parece olvidado en la velocidad y el ruido de nuestras ciudades: “Una peregrinación nos arranca de la rutina y nos ofrece el silencio para escuchar la voz de Dios”.


En tiempos donde todo abruma, donde la ansiedad domina y las pantallas nos consumen, el Papa recordó que Dios habla en el silencio… pero nadie puede escucharlo si no se detiene.


Invitó a los peregrinos —y al mundo entero— a usar cada viaje espiritual como un sacudón interior, un reinicio del alma, una oportunidad para que la fe vuelva a florecer donde parecía marchita.

Pedro Kriskovich
UN LLAMADO FINAL QUE PONE LA PIEL DE GALLINA

Antes de dar su bendición, dejó una advertencia que sonó casi profética: “Una peregrinación no termina al regresar… sus semillas deben dar fruto en la vida diaria”. En otras palabras: no alcanza con emocionar el corazón. Hay que cambiar la vida.


León XIV no solo habló a Letonia. Habló al mundo entero. Habló a los heridos. A los cansados. A los que sienten que la noche no termina.


Y su mensaje fue tan simple como urgente: “Cuando llegue la tribulación… vuelvan a Dios. Él es la única esperanza que no traiciona”.



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