"Si uno no encuentra nunca a Dios, no se encuentra a sí mismo", asegura el jesuita Horacio Bojorge en una interesante entrevista en la que señala que "el hombre pecador ya no ve la verdad, porque está sumido en la confusión".

"La principal herida que el pecado original dejó en la humanidad es la ignorancia respecto de Dios", afirma con convicción el padre Horacio Bojorge SJ, sacerdote jesuita y teólogo. Su voz resuena con la claridad de quien dedicó su vida a combatir una de las crisis más profundas de la modernidad: la pérdida de Dios y, con ello, el extravío del sentido de la existencia.
"No conocer a Dios es no conocerse. Es vivir en una profunda orfandad espiritual."
En tiempos donde la inmediatez y el materialismo dominan, el sacerdote advierte sobre el mayor drama de nuestra época: "El hombre sin Dios se convierte en un huérfano errante, incapaz de encontrar su verdadera identidad". En una entrevista profunda y reveladora, el sacerdote uruguayo invita a reflexionar sobre la fe, el pecado y el destino del alma.

Dios, el Padre que da sentido a la vida
Para el padre oriundo de Montevideo, todo comienza con una verdad fundamental: Dios es el "Tú" principal de la existencia humana.
"Si no vivimos de cara a Dios, vivimos de cara a un ídolo, ya sea el dinero, el poder, la fama o incluso una persona", explica el presbítero. En su visión, la relación con Dios es lo que permite al hombre descubrirse como hijo y, por lo tanto, darle sentido a su vida. "Jesús nos enseñó a rezar al Padre, no a Él mismo, porque su misión es llevarnos a la paternidad divina".
"El pecador no solo no conoce a Dios, sino que cree que no lo necesita. En su arrogancia, piensa que puede salvarse a sí mismo".
Pero, ¿qué ocurre cuando Dios es ignorado? La respuesta es contundente: el hombre se pierde a sí mismo. "No conocer a Dios es no conocerse. Es vivir en una profunda orfandad espiritual."

Los grandes errores de la fe moderna
Bojorge señala que muchas veces, incluso dentro de la Iglesia, la fe fue debilitada por errores que provienen del modernismo.
🔹 "Hoy se predica una idea de Dios basada en la experiencia individual y no en la Revelación."
🔹 "Se infiltró una mentalidad que considera que Dios es solo una sensación, en lugar de una verdad revelada por Cristo."
🔹 "La catequesis muchas veces no comienza con la Palabra de Dios, sino con relatos humanos, perdiendo así el fundamento de la fe."
El problema, según el escritor, radica en la negación del valor de la Revelación: "el modernismo cree que la verdad sobre Dios puede surgir de cualquier cultura o experiencia humana, cuando en realidad, Dios mismo quiso revelarse a través de Jesucristo".
"El mayor mal de nuestra época no es la incredulidad, sino la indiferencia. No es que la gente dude de Dios, es que simplemente no le importa."
Este pensamiento erróneo llegó a tal punto que, incluso en algunas celebraciones litúrgicas, se leen textos de autores contemporáneos en lugar de la Sagrada Escritura. "Se cambiaron lecturas de la Biblia por fragmentos de Benedetti o el Popol Vuh, como si fueran revelación divina. Esto es un signo claro de que el modernismo entró en la Iglesia", subraya.

El pecado: el engaño que ciega al hombre
El jesuita también profundiza sobre el pecado y su consecuencia más terrible: la ceguera espiritual.
🔴 "El pecado no es solo una falta moral, sino una separación de Dios que lleva a la ignorancia espiritual. El hombre pecador ya no ve la verdad, porque está sumido en la confusión."
🔴 "Lo más peligroso del pecado es que nos hace creer que estamos bien, cuando en realidad nos estamos alejando de Dios."
Esta ignorancia, dice Bojorge, está acompañada por la soberbia: "el pecador no solo no conoce a Dios, sino que cree que no lo necesita. En su arrogancia, piensa que puede salvarse a sí mismo".

La gran mentira del demonio y el mundo sin Dios
El padre Bojorge no duda en afirmar que detrás de esta ceguera espiritual se esconde una realidad demoníaca. "El demonio logró infiltrar la cultura con una gran mentira: que Dios no es necesario para ser feliz", afirma.
En una sociedad cada vez más secularizada, donde el relativismo reina, el sacerdote sostiene que el enemigo de Dios logró hacer creer a muchos que la fe es innecesaria.
"Hay un demonio de asedia que sumió al mundo en la indiferencia hacia Dios. Hoy muchos no se interesan por la salvación, porque fueron engañados para creer que pueden vivir sin Él", señala Bojorge y afirma que esa es la raíz de la crisis de la fe: "el mayor mal de nuestra época no es la incredulidad, sino la indiferencia. No es que la gente dude de Dios, es que simplemente no le importa".

La única respuesta: volver a Dios como hijos
La solución a esta crisis, según el sacerdote, es clara: volver a la relación filial con Dios.
🗣️ "Cristo nos llama a ser hijos de Dios. Si no vivimos como hijos, no podemos entrar en el Reino de los Cielos."
Pero para lograrlo, es necesario un cambio profundo: "la conversión no es solo un arrepentimiento moral, sino un regreso a la paternidad de Dios. Es reconocer que sin Él, estamos perdidos".
El padre Bojorge concluye con una advertencia sobre el futuro de la Iglesia:
📢 "Se acerca una gran purificación. Muchas congregaciones y estructuras que perdieron su verdadera misión desaparecerán. Solo quedará la Iglesia fiel, la que sigue viendo a Dios como Padre y vive en su presencia".
Y deja una última reflexión para aquellos que perdieron la fe:
🗣️ "Si te alejaste de Dios, si crees que puedes vivir sin Él, te invito a hacerte una sola pregunta: ¿Realmente sos feliz? Porque la única felicidad real es la que viene de ser hijo de Dios."
En tiempos donde la fe parece debilitarse, el testimonio del padre Horacio Bojorge es un llamado urgente a recuperar lo esencial: la relación con Dios Padre. Porque sin Él, el hombre está condenado a perderse en su propio vacío. ¿Estamos preparados para volver al Padre?
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