La Estación que Sacudió a Irán: El Día en que la Virgen María Descendió al Metro de Teherán
- Canal Vida
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En el país donde el cristianismo no llega al 1%, Teherán abrió una estación de metro dedicada a la Virgen María. Murales bíblicos, símbolos cristianos y una arquitectura inesperada conmocionan a Irán y al mundo. ¿Por qué ahora? ¿Qué significa realmente?

En un país donde el cristianismo no llega al 1%, donde la organización Puertas Abiertas clasifica la vida de los creyentes como de “persecución extrema”, ocurrió algo que nadie vio venir. Bajo tierra, a 34 metros de profundidad, en pleno corazón de Teherán… la Virgen María hizo su entrada triunfal.

La nueva estación Maryam-e-Moghaddas (“Santa Virgen María”) no es un simple punto del metro: es un fenómeno cultural que dejó desconcertado al mundo entero. Murales gigantes, relieves bíblicos, escenas de María y Jesús, símbolos armenios y una arquitectura inspirada en templos cristianos aparecen hoy ante cientos de miles de iraníes que jamás pensaron toparse con semejante homenaje mariano en la capital de la República Islámica.

¿Cómo es posible? Irán, un país donde el cristianismo apenas alcanza el 0,89%, inauguró en la Línea 6 una estación que podría estar en Roma, Santiago de Compostela o Fátima. La sorpresa fue inmediata. Las redes estallaron. Usuarios de X dijeron: “El metro está lleno de símbolos cristianos” y “Todo lo que nos dijeron sobre Irán se derrumba”.

Pero detrás del impacto viral hay una historia profunda. La estación fue diseñada como homenaje directo a la comunidad armenia, una de las minorías más antiguas del país, con unos 200.000 habitantes, sus propias iglesias, su catedral —San Sarkis, a pocos minutos del nuevo andén— y dos escaños garantizados en el Parlamento iraní. Una minoría pequeña, sí, pero estratégicamente influyente.

El proyecto comenzó en 2015 y requirió excavar 100.000 metros cúbicos de tierra para construir una estación colosal de 11.000 metros cuadrados. Un gesto de unidad… o un mensaje geopolítico que aún nadie se anima a descifrar.
Lo cierto es que, en el país donde menos esperaban verla, la Virgen María volvió a sorprender al mundo.
Y esta vez lo hizo desde un andén subterráneo en Teherán.





