El Santo Padre en la ceremonia de bienvenida a Baréin resaltó la cordialidad del pueblo multiétnico, multicultural y multirreligioso, pidió que se respeten todos los derechos de las personas y aseguró que esta "lleno de dolor" por las guerras en el mundo.
El papa Francisco, acompañado por el rey Hamad bin Isa Al Khalifa (derecha) y por el príncipe Salman bin Hamad Al Khalifa (izquierda), en el primer discurso en Baréin.
“Estoy aquí como creyente, cristiano, hombre y peregrino de paz, porque hoy más que nunca estamos llamados, en todo el mundo, a comprometernos seriamente por la paz”, manifestó esta tarde el Papa Francisco en el primer discurso en su visita a Baréin ante el cuerpo diplomático, autoridades y sociedad civil en el Palacio Real Sakhirel. En el país permanecerá del 3 al 6 de noviembre.
El Pontífice, frente al rey Hamad bin Isa bin Salman, destacó que su viaje supone “una etapa preciosa en el proceso de amistad que se intensificó en los últimos años con diversos jefes religiosos islámicos”. “Un camino fraterno que, bajo la mirada del cielo, quiere favorecer la paz en la tierra”, aseguró.
ALDEA ESPIRITUAL
El Santo Padre comparó a Baréin con su árbol típico, una acacia que sobrevive desde hace siglos en una zona desértica debido a sus largas raíces que alcanzan depósitos de agua subterráneos.
“Este país fue siempre lugar de encuentro entre poblaciones diversas. En estas islas se ve una sociedad heterogénea, multiétnica y multirreligiosa, capaz de superar el peligro del aislamiento”, destacó, e indicó que “a pesar de dar por sentada la globalización, es todavía desconocido en muchos sentidos ‘el espíritu de la aldea’” que represente el país asiático.
DERECHO A LA VIDA
Jorge Bergoglio agradeció por las conferencias internacionales y por las oportunidades de encuentro que este Reino organiza y fomenta, “centrándose especialmente en el respeto, la tolerancia y la libertad religiosa". “Son temas esenciales -subrayó- reconocidos por la Constitución del país que establece que no debe haber discriminación por motivos de sexo, origen, idioma, religión o creencias, que la libertad de conciencia es absoluta y que el Estado protege la inviolabilidad del culto”.
Francisco deseó que todos estos compromisos “se traduzcan constantemente en la práctica, para que la libertad religiosa sea plena y no se limite a la libertad de culto; para que se reconozca concretamente la igualdad de dignidad y la igualdad de oportunidades para cada grupo y cada persona; para que no haya discriminación y no se vulneren, sino que se promuevan los derechos humanos fundamentales”.
“Pienso ante todo en el derecho a la vida, en la necesidad de garantizarla siempre, incluso respecto de los castigados, cuya existencia no puede ser eliminada”, señaló.
CONDICIONES LABORALES SEGURAS
Cerca de la mitad de la población es extranjera y trabaja en el país con el fin de poder progresar. En ese sentido el sucesor de Pedro se refirió a la crisis laboral mundial y pidió “que se garanticen en todas partes condiciones laborales seguras y dignas del hombre, que no impidan sino que favorezcan la vida cultural y espiritual; que promuevan la cohesión social, en favor de la vida común y del mismo desarrollo de los países”.
“Sin embargo, no podemos olvidar que en nuestro tiempo todavía hay demasiada falta de trabajo, y demasiado trabajo deshumanizador”, denunció: “esto no sólo implica graves riesgos de inestabilidad social, sino que representa un atentado a la dignidad humana”. De hecho, para Francisco “el trabajo no es sólo necesario para ganarse la vida, es un derecho indispensable para desarrollarse plenamente y configurar una sociedad a escala humana”.
EL DOLOR DE LA GUERRA
El vicario de Cristo recordó que “hoy asistimos a la realidad monstruosa e insensata de la guerra, que siembra destrucción en todas partes y erradica la esperanza”.
Asimismo, subrayó que en la guerra “emerge el lado peor del hombre: el egoísmo, la violencia y la mentira”. “Toda guerra representa la muerte de la verdad”, indicó.
Por último aseguró tener el corazón “lleno de dolor por tantas situaciones de conflicto”.
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