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  • Foto del escritorCanal Vida

“Encontré ángeles de carne y hueso”

El primer cardenal del Paraguay, mons. Adalberto Martínez Flores, en una entrevista exclusiva con Canal Vida habla sobre su vida como migrante, la importancia del laico y la necesidad de una Iglesia hacía los necesitados. “El Señor me llamaba, no sabía a qué”, señala.
 

Pasaron nueve días, pero todavía no se sale del asombro y las calles huelen a agradecimiento al Papa Francisco por el “regalo” que le hace al pueblo paraguayo, al que a través del nombramiento del primer cardenal de la historia, mons. Adalberto Martínez Flores, mostró todo su amor a la tierra guaraní.


“Fue una sorpresa inmerecida, Dios sabe y el Santo Padre también, pero confiamos”, dijo monseñor Martínez Flores minutos después de escuchar su nombre en la lista de nuevos purpurados que leyó el Santo Padre el 29 de mayo en la plaza San Pedro luego de rezar el Regina Coeli.


Monseñor Adalberto Martínez Flores (izq.) y Pedro Kriskovich en una charla distendida en el jardín del seminario de Asunción.


Esa misma fe inquebrantable es la que tuvo cuando, después de estudiar tres años economía en la Universidad Nacional de Asunción, viajó a principios de la década del ’70 a Estados Unidos donde, por esos caminos del Señor, comenzó a dilucidar su vocación.


Sentí que el Señor me llamaba, no sabía a qué, hasta que en Estados Unidos esa semilla de la fe fue llevada hacía las parroquias hispanas, comunidades en Washington DC”, explicó en diálogo exclusivo con canalvida.net el futuro purpurado.


“Si bien Dios te habla al corazón y está en el santuario de la propia conciencia, hay que saber escuchar al Espíritu Santo.”


DE BUSCAR BIENESTAR ECONÓMICO A ENCONTRAR A DIOS

La búsqueda de “nuevos horizontes”, desafíos, lo llevaron a vivir en carne propia lo difícil que es ser extranjero, el no tener arraigo en un país con un idioma diferente.


El arzobispo de Asunción (izq.) por los pasillos del seminario metropolitano rumbo a la conferencia de prensa que brindó el viernes 3 de junio por su nombramiento de cardenal.


“Es importante que los migrantes encuentren refugio en comunidades”, aseguró Adalberto y destacó que él tuvo la Providencia Divina de “encontrar jóvenes de otros países, latitudes, con los que hicimos como ‘familia’”.


De esa comunidad que logró formar en el territorio del norte también surgieron vocaciones: “migrantes que fueron a Estados Unidos para buscar nuevos horizontes económicos, pero finalmente se encontraron con los horizontes espirituales, religiosos y con el Señor”.

ESCUCHAR LA VOZ DEL SEÑOR

La película de la vida de Martínez Flores parece una obra de Juan Carlos Maneglia, en la que hay acción, suspenso, y se debe recorrer todo un camino para llegar a la resolución, sin ese transitar no hubiese tenido sentido lo sucedido.


Su estudio de economía, la vida en Estados Unidos como migrante, ordenación sacerdotal de manos del entonces arzobispo —hoy cardenal— Sean Patrick O’Malley, sus años de ejercicio presbiteral en la diócesis norteamericana de St. Thomas de las Islas Vírgenes, el regreso a su amado Paraguay y su servicio en parroquias, diócesis y obispados. El camino para el próximo paso.


“En todo el itinerario, Dios tiene un designio sobre cada persona”, manifestó el arzobispo de la Santísima Asunción.


El Papa Francisco y mons. Adalberto Martínez Flores, en la Jornada Mundial de la Juventud que se celebró en Brasil en 2013.


También aseguró que es importante “discernir esos designios”. “Si bien Dios te habla al corazón y está en el santuario de la propia conciencia, hay que saber escuchar al Espíritu Santo, subrayó.


Asimismo, indicó que la vida “es una lucha, donde uno puede perder una batalla, pero no la guerra, sobre todo contra el mal y aquellos que quieren llevarte por malos senderos.



UN ÁNGEL EN SU VIDA

En ese filme de su vida se cruzó, sobre todo en el país del norte, con distintas personas, entre ellas “ángeles de carne y hueso, como el cardenal Sean Patrick O’Malley”, quien trabajaba en ese momento como director del Centro Católico Hispano.


Cardenal Sean Patrick O'Malley sirviendo la comida en un comedor de personas sin hogar.


O’Malley no es una persona más en la vida de Adalberto, que además de trabajar juntos en pos de los migrantes, fue una gran ayuda para discernir dónde entregar la vida, la única que tenemos y que hay que gastarla bien”.



IGLESIA AL LADO DEL NECESITADO

En el contexto actual en el que se encuentra Paraguay, con las necesidades a flor de piel, el Papa Francisco pide una Iglesia como “hospital de sangre”.


Para el nuevo cardenal significaría “una Iglesia que está dispuesta a darse entera para insuflar vida en aquellos que no tienen”, para estar junto a los necesitados y “fortalecer nuestra fe”.



LAICOS

El flamante purpurado que participará del consistorio público el 27 de agosto en el Vaticano, y que tres días antes cumplirá 37 años de presbítero, manifestó que hay que seguir el ejemplo de varios laicos paraguayos “que se jugaron por el Evangelio”.



Del mismo modo, destacó que un modelo es la beata María Felicia de Jesús Sacramentado, “Chiquitunga”, ya que “ella encontró en la Iglesia la vida”, y subrayó el trabajo de la Acción Católica “para instalar a la Iglesia en medio de muchas tormentas y vientos contrarios, en el que muchos laicos permanecieron fieles, como apóstoles para sostenerla”.


Faltan poco más de dos meses para que Paraguay tenga su primer cardenal, su pastor con olor a oveja.

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