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El Último Gesto del Papa: Donó Todo lo que Tenía a los Presos, Horas Antes de Morir 

  • Foto del escritor: Canal Vida
    Canal Vida
  • hace 20 horas
  • 2 Min. de lectura
En su último acto de amor, Francisco donó 200.000 euros de su cuenta personal a una cárcel de menores para saldar deudas y generar trabajo. Un gesto silencioso que gritó al mundo su fe. Murió dando. Murió con los últimos.
Papa Francisco
Su último gesto de amor, darse a los necesitados.

En un gesto que estremece al mundo, el papa Francisco hizo su última gran obra de misericordia horas antes de morir: donó los últimos 200.000 euros de su cuenta personal a una cárcel de menores. Fue su despedida. Su último milagro. Su herencia espiritual.


El dinero fue destinado a la fábrica de pastas del penal Casal del Marmo, el mismo lugar donde en 2023 lavó los pies de jóvenes detenidos. La hipoteca ahogaba al proyecto, pero el Papa escuchó. "Casi me quedé sin dinero, pero todavía tengo algo en mi cuenta", le dijo al obispo Benoni Ambarus. Y firmó su última donación.

Pedro Kriskovich

Esa fábrica no solo produce pastas. Produce esperanza. Con ese dinero se podrá contratar más jóvenes, bajar los precios y sostener el trabajo digno tras los muros. Una señal clara: los olvidados fueron sus elegidos hasta el último segundo.


Apenas días antes, enfermo y débil, visitó la cárcel de Regina Coeli. No podía lavar los pies, pero sí mirarlos a los ojos, rezar con ellos y bendecirlos uno por uno. En silla de ruedas, les arrojó un beso con esfuerzo, mientras ellos gritaban: "¡Gracias padre!".

casa betania

Tras su muerte, las cárceles lloran. Reclusos de distintos penales enviaron mensajes a "Don Ben", pidiéndole que coloque flores sobre la tumba de Francisco. Algunos ya gestionan permisos para asistir a su funeral. El Papa que preguntaba "¿por qué ellos y no yo?" se fue regalando dignidad.


Murió pobre, como vivió. Murió dando, como predicó. Murió junto a los últimos, como soñó.

Y su último gesto, ese puñado de euros y amor, quedará escrito en el Evangelio de los olvidados.


El cielo tiene ahora un protector de presos. Y los presos, un padre en la eternidad.

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