El Regreso Inesperado: El Catolicismo Crece en Inglaterra Mientras el Anglicanismo Se Desangra
- Canal Vida
- hace 47 minutos
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Inglaterra vive un fenómeno inesperado: mientras el anglicanismo se fragmenta y pierde autoridad, cientos de clérigos cruzan a Roma y el catolicismo resurge con fuerza. Un éxodo silencioso que podría cambiar para siempre el mapa espiritual de la nación de Enrique VIII.

Algo profundo, casi telúrico, está ocurriendo en Inglaterra.Sí, Inglaterra: la tierra donde Enrique VIII rompió con Roma, la cuna del anglicanismo, el país donde llevar un rosario podía costar la vida. Cinco siglos después, el mapa espiritual empieza a girar… y está girando hacia Roma.
Durante décadas, se creyó que el anglicanismo —con sus 100 millones de fieles en el mundo— era una roca inamovible. Pero hoy esa roca cruje, se fragmenta, y deja escapar algo que nadie esperaba: una marea de conversiones hacia el catolicismo.El fenómeno es tan masivo, tan constante y tan profundo que ya nadie puede ignorarlo.
CONVERSIONES
Un estudio reciente de la Sociedad San Bernabé, dirigido por el reconocido profesor Stephen Bullivant, acaba de poner números a lo que muchos intuían: entre 1992 y 2024, el 35% de los sacerdotes católicos ordenados en Inglaterra y Gales fueron antes anglicanos. No hablamos de simples fieles. Hablamos de clérigos. Hablamos de pastores que un día predicaron desde los púlpitos anglicanos… y que hoy celebran misa en parroquias católicas.
Son 700 sacerdotes, entre ellos 16 ex obispos anglicanos. Un éxodo clerical que no tiene precedentes desde la Reforma.
¿Por qué ocurre? La respuesta es tan compleja como explosiva.

CISMA ANGLICANO
Para miles de anglicanos, la Iglesia de Inglaterra dejó de ser su hogar espiritual. La apertura al sacerdocio femenino en 1994 generó el primer terremoto interno: ese año más de 150 clérigos cruzaron directamente al catolicismo.
Luego llegó la ordenación de mujeres obispas. Después, la ampliación hacia sacerdotes y obispos abiertamente homosexuales. Y finalmente, el golpe más simbólico: la elección de la obispa Sarah Mullally como arzobispa de Canterbury, desencadenando un cisma que estalló en África y Asia. GAFCON, que reúne al 80% de los anglicanos del mundo, rompió con Canterbury y proclamó: “El liderazgo ya no pertenece a Inglaterra”.
ROMA ABRIÓ SUS PUERTAS
Benedicto XVI creó en 2009 los ordinariatos personales, diseñados para acoger comunidades anglicanas completas. En Inglaterra nació el Ordinariato de Nuestra Señora de Walsingham, que en 2011 recibió más de 80 nuevas conversiones de golpe. Fue el puente perfecto para quienes buscaban regresar a la tradición sin renunciar a su herencia litúrgica.
Y los gestos simbólicos siguieron multiplicándose. El cardenal John Henry Newman —brillante converso anglicano— fue proclamado Doctor de la Iglesia. Y el rey Carlos III, acompañado por Camilla, rezó públicamente junto a León XIV en la Capilla Sixtina, algo impensado desde el cisma de Enrique VIII.
Inglaterra, la misma que expulsó, prohibió y persiguió el catolicismo durante siglos, hoy presencia un fenómeno inesperado: una silenciosa —y cada vez menos silenciosa— vuelta a Roma.
Algo está cambiando. Y esta vez, nadie lo puede frenar.





