El Papa Gritó “¡Felices Fiestas Patrias!” y Conmovió a Todo el Perú
- Canal Vida
- 28 jul
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En el Día de la Independencia del Perú, León XIV recibió a jóvenes de ese país y les hizo un pedido inesperado. Los llamó a ser santos, profetas y fuego vivo. Un encuentro que marcó sus vidas para siempre.

En una escena que hizo temblar las piedras milenarias del Vaticano, el Papa detuvo su agenda y se dirigió con un grito de amor al Perú: “¡Felices Fiestas Patrias a todos los peruanos!”. El eco de esas palabras retumbó como campanadas en los corazones de decenas de jóvenes que llegaron hasta Roma para vivir el Jubileo de la Juventud.
Con mochilas al hombro, banderas rojiblancas y miradas llenas de ilusión, los jóvenes peruanos fueron recibidos con calidez de padre y pastor. El sucesor de Pedro no sólo los saludó: les encomendó una misión profética. Les pidió que “inunden su tierra con la alegría del Evangelio” y que no guarden para sí “lo que van a experimentar aquí”.

UN GRANO DE MOSTAZA PARA LA HUMANIDAD
La audiencia privada entre León XIV y la delegación peruana fue mucho más que un saludo diplomático: fue un envío misionero lleno de profecía. Citando a san Agustín y al Evangelio del día, recordó que un pequeño grano de mostaza puede cambiar el mundo, al igual que un poco de levadura transforma toda la masa.
Así, dijo: “También ustedes son pequeños, pero están llamados a crecer y dar fruto en el Perú y en el mundo entero”.
El Papa no sólo habló del pasado glorioso del Perú —“tierra ensantada”, como solía decir Francisco— sino que profetizó santos futuros entre estos jóvenes: “No sólo hubo santos en el Perú, hay santos hoy… y los habrá mañana”, declaró, desatando lágrimas en más de un rostro.

LLEVAR LO ESENCIAL, EL EVANGELIO
Con una metáfora poderosa, León XIV les señaló sus mochilas como “signo de la misión” que él mismo les encomienda: “Lleven solo lo esencial. Pero sobre todo, lleven el Evangelio. Sean misioneros, testigos, fermento”.
Pero lo que más estremeció fue su advertencia final: “No vuelvan a casa solo con fotos bonitas. Vuelvan con fuego en el alma. El mundo necesita ese fuego”.
Una joven de Cusco, con lágrimas en los ojos, declaró: “Nunca creí que el Papa me hablara a mí. Me sentí amada por Dios. Ahora sé que tengo que cambiar el mundo”.

PAPA MANÍA
La imagen del grupo peruano abrazado tras la bendición papal ya circula viralmente en redes, con miles de compartidos y reacciones emocionadas. La etiqueta #PerúConElPapa explotó en Instagram y TikTok, mientras las palabras de León XIV se imprimen ya en camisetas y carteles que recorren las calles de Roma.
Antes de despedirse, el Papa dejó caer una frase que ya es consigna: “Que el rostro de Cristo se vea en ustedes. Que el Perú vea en ustedes la esperanza que el mundo olvidó”.
Y así, como enviados con fuego, los jóvenes peruanos partieron del Vaticano… pero ya no eran los mismos.
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