El domingo 4 de septiembre será beatificado Juan Pablo I. Por su intercesión se curó inexplicablemente en 2011 la argentina Candela Giarda. El Papa de los 33 días con una muerte repleta de elucubraciones.
Candela Giarda (izq.) estuvo al borde de la muerte y fue salvada por la intercesión de Juan Pablo I.
El “Papa de la sonrisa”, “de los 33 días”, de la “leyenda de la muerte”, vuelve a ser noticia. Albino Luciani será beatificado el domingo 4 de septiembre a las 10.30 (hora de Roma) por Francisco en una ceremonia oficiada en la plaza San Pedro.
CASI DOS DÉCADAS DE ESPERA
Stefania Falasca, vicepostuladora de la causa, tiene grabado en la memoria el momento en que sonó el teléfono negro en una pared de su casa en la mañana del 29 de septiembre de 1978. Ella tenía 15 años de edad y recuerda que su padre contestó, era un tío sacerdote que estaba en el Vaticano que dijo: “murió el Papa”.
Juan Pablo I, recordado por su corto pontificado y las suspicacias sobre su fallecimiento, 19 años después del inicio de su causa dará un paso más en su camino a la canonización.
CEREMONIA
Durante la misa con el rito de la beatificación, la petición será leída por el obispo de la diócesis de Belluno-Feltre, monseñor Renato Marangoni, dado que fue la sede excepcional de la causa de canonización del venerable Albino Luciani, junto con el postulador de la causa, el cardenal Beniamino Stella y la vicepostuladora Falasca.
Durante la beatificación, el postulador donará Jorge Bergoglio una reliquia del nuevo beato.
MENTIRAS
Una investigación científica demostró la noticia falsa sobre la muerte por envenenamiento que "duró mucho tiempo". Una mentira histórica que, para Falasca, “ fagocitó la consistencia y el calibre magistral de este hombre y de este Papa durante tantos años".
"Es increíble que 44 años después de su muerte todavía nos preguntemos por qué fue asesinado", exclamó la periodista.
En el caso de la muerte de Luciani, se habla de la adquisición de historiales médicos, declaraciones procesuales, partes médicos, los informes de los médicos que redactaron la causa y el estado clínico, la anamnesis, el expediente y dispuesto la conservación del cadáver. "Algunas personas se preguntan por qué no se realizó una autopsia. Entonces no estaba la ley, Juan Pablo II la introdujo en 1983. Además, la autopsia se solicitó por sospecha y Fontana y Buzzonetti, en el informe de la muerte, escribieron que no la consideraban necesaria'”, dijo Falasca.
LA RELIQUIA
Papeles en la mano, Juan Pablo I, los tenía siempre. Siempre. Una hoja de papel lo tenía incluso en sus manos cuando murió: notas sobre la virtud de la prudencia en el centro de la catequesis de la audiencia general del miércoles siguiente. En los archivos de la Fundación -que abarcan un periodo de tiempo que va de 1929 a 1978- se recuperaron diarios, cuadernos, notas, transcripciones que muestran cómo todo lo que decía Luciani "nunca se dejaba a la improvisación".
Reliquia: hoja manuscrita por Juan Pablo I. (Fotografía: Vatican Media)
De este "sanctum sanctorum" se extrajo la reliquia que será presentada al Papa el domingo: no un fragmento de hueso o parte del cuerpo, como siempre fue el caso, sino un trozo de papel. Una hoja blanca, amarillenta por el tiempo, de unos diez centímetros de grosor, en la que el Papa dibujó un esquema de reflexión espiritual sobre las tres virtudes teologales que recuerda el magisterio de las audiencias generales.
Una novedad absoluta, llena de significado: "Es el emblema de lo que es toda su espiritualidad y su búsqueda de las siete lámparas de santificación", aseguró Falasca.
A LA ESPERA DE LA BEATIFICACIÓN
La ceremonia de víspera fue oficiada en la tarde del sábado 3 en la basílica de San Juan de Letrán, presidida por el cardenal Angelo De Donatis, vicario general del Papa para la diócesis de Roma. El momento de oración estuvo animado por cantos y lecturas de pasajes del magisterio de Juan Pablo I.
Juan Pablo I y por el entonces cardenal polaco Karol Wojtyla.
MISA DE ACCIÓN DE GRACIAS
La misa de acción de gracias por la beatificación de Juan Pablo I tendrá lugar el domingo 11 a las 16 en la plaza de Canale d’Agordo, en la diócesis de Belluno-Feltre, lugar de nacimiento del nuevo beato.
EL MILAGRO
Candela Giarda (izq), el padre José Ignacio Dabusti (centro) y Roxana Sosa.
Roxana Sosa, la mamá de la niña que con 11 años de edad quedó en coma y los médicos le daban poco tiempo de vida, contó que que en la desesperación, con su hija internada en Buenos Aires —ellos son de Entre Ríos—, salía del nosocomio y se iba a la iglesia Nuestra Señora de la Rábida donde rezaba diariamente por la salvación de la niña.
Allí conoció al padre José Ignacio Dabusti quien le recomendó pedir la intercesión de Juan Pablo I, que tras invocarlo, con el tiempo, la chica recuperó la memoria, movilidad, habla y en cuatro años su vida normal.
Actualmente Candela Giarda tiene 22 años, estudia y vive en la provincia argentina de Entre Ríos.
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