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Del secularismo a la fe y más allá

Marino Restrepo, secuestrado por las FARC, vio el infierno, el purgatorio y el cielo que lo llevó a redescubrir su fe en Dios y cambiar su vida, y tener como misión de llevar la Palabra a todos los rincones. El 15 de marzo brindará una conferencia en Paraguay.
 

"El fin de la vida es entregarse a Dios", aseguró Marino Restrepo en una entrevista brindada a un medio argentino en 2010.


La historia del colombiano Marino Restrepo es convincente. Antes de recorrer el mundo cumpliendo la misión de Dios de llevar la Palabra a todos los rincones —el 15 de marzo brindará una conferencia en el santuario Nuestra Señora del Rosario, de Luque—, pasó 33 años viviendo en el mundo del secularismo, con todos sus adornos de materialismo, relativismo y rechazo de los valores tradicionales.


Un día, fue secuestrado por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), y su mundo se puso patas arriba. Durante sus seis meses de cautiverio, tuvo una visión del infierno, el purgatorio y el cielo, que finalmente lo llevó a redescubrir su fe en Dios.

 
 
ALEJAMIENTO

En una entrevista concedida al periodista Juan Marinangeli en 2010, Restrepo explicó cómo perdió su fe cuando era joven durante la década del ‘60. "Me estaba rebelando contra la obediencia, contra la ley humana y divina", dijo. "Lo último que quería encontrar era orden en muchas cosas, así que estaba buscando filosofías que justificaran el materialismo".


Pasó décadas explorando diferentes filosofías, pero ninguna de ellas podía llenar el vacío en su corazón.


"Las comunidades religiosas tradicionales tienden a desaparecer, porque casi todas son pervertidas."

UN SECUESTRO LE SALVA LA VIDA

La Navidad de 1997 quedó marcada para siempre en Marino, significó un quiebre: fue secuestrado por las FARC.


Después de 15 días en cautiverio, tuvo una visión que cambió su vida. "La primera visión es que el Señor me habla, y cuando lo rechazo, me hace ver el infierno", explicó. "Ese sentimiento… No creo que pueda llamarlo un sentimiento porque lo que sucede allí es que encuentro la separación total del amor de Dios, es como una muerte que nunca deja de morir".


Esta experiencia lo llevó a una profunda comprensión del pecado, el purgatorio y la importancia de vivir una vida llena de fe.

 
 
CAMINO INTERIOR

El viaje de Restrepo del secularismo a la fe no fue fácil. Le tomó dos años hablar públicamente sobre sus experiencias, y solo lo hizo después de sentirse llamado a comenzar una misión por Dios. "Fue una experiencia con un crucifijo en una iglesia de Bogotá, durante la Semana Santa, el Domingo de Ramos", dijo. "Fue una experiencia con Él que nunca se puede explicar, me dijo que mi misión para la que nací apenas comenzaba. Tenía 49 años".


Marino Restrepo (izq.) en la extensa entrevista que realizó en 2010 con un periodista en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


CAMBIO RADICAL

La misión de Restrepo lo llevó por todo el mundo, donde compartió su historia y fe con innumerables personas. Él cree que la Iglesia está pasando por un tiempo de purificación, que finalmente la hará más fuerte. "Las comunidades religiosas tradicionales tienden a desaparecer, porque casi todas son pervertidas", expresó. "Son el nacimiento de muchas nuevas comunidades donde los jóvenes van a encontrar para vivir su vocación porque todo va a ser nuevo, una renovación total".

 
 

El mensaje de Restrepo a los jóvenes es simple: vivan su fe radicalmente. "La fe hoy más que nunca debe vivirse exactamente como Dios la quiere, este no es un momento para la mediocridad", indicó. "El que vive la fe en la mediocridad no sobrevive, ni da fruto tampoco porque la gente está saturada, si no ve nada, no hace nada".


La historia de Restrepo es un poderoso recordatorio de la importancia de la fe en la vida, especialmente durante estos tiempos difíciles. Su mensaje de fe radical, purificación y renovación es uno del que podemos aprender, independientemente de nuestras creencias.

 
 
PRESENTE EN EL PAÍS

Restrepo dará una conferencia el 15 de marzo en el santuario Nuestra Señora del Rosario de Luque, de 16 a 21. La adhesión es de 10,000 guaraníes, y los interesados pueden inscribirse al 0961-953-947.

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