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La ciudad que nunca duerme se arrodilló ante el Santísimo
La procesión eucarística más impactante del siglo recorrió Nueva York. Miles de fieles, sacerdotes y religiosas detuvieron el tráfico de la ciudad más ruidosa del mundo. Por unas horas, el capitalismo se rindió ante Cristo. El asfalto se volvió altar. Miles de personas caminaron por las calles del capitalismo alabando al Santísimo Sacramento. En el corazón de Manhattan, donde el ruido es ley y el tiempo es oro, el 14 de octubre ocurrió lo impensable: una procesión eucarística

Canal Vida
hace 4 días2 Min. de lectura
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