LEÓN XIV CONTUNDENTE CONTRA LOS USUREROS: “PONEN DE RODILLAS A PUEBLOS ENTEROS”
- Canal Vida
- hace 13 horas
- 3 Min. de lectura
El Papa condenó la usura como “pecado que asfixia el alma y destruye familias”. Denunció a los sistemas financieros que esclavizan pueblos enteros y pidió la conversión de los usureros: “El lucro sin compasión mata la esperanza”.

León XIV volvió a levantar la voz, esta vez con una fuerza que resonó como un trueno en la Sala Clementina del Vaticano. Frente a los miembros de la Consulta Nacional Antiusura, denunció con crudeza uno de los males más antiguos de la humanidad: la usura, “pecado gravísimo” que —dijo— “asfixia la vida de las personas, destruye familias y puede llevar al suicidio”.
“Lo que parece una ayuda —sentenció— termina convirtiéndose en tormento. Los sistemas financieros usureros pueden poner de rodillas a pueblos enteros”.

EL PECADO QUE ENCADENA AL ALMA
Con una voz firme, recordó que los profetas de la Biblia ya habían condenado la usura como una forma de esclavitud. “El corazón corrupto —dijo— se complace en aplastar a los débiles. Pero quien oprime al pobre se aleja de Dios”.
El Obispo de Roma no habló en abstracto. Habló de las víctimas concretas: familias que piden dinero para pagar un tratamiento médico, jóvenes atrapados en el juego, ancianos que pierden su casa. “La usura no sólo roba el dinero, roba la esperanza. Es una losa que ahoga”, clamó.

“CUANDO EL LUCRO REINA, EL OTRO DEJA DE TENER ROSTRO”
El Santo Padre fue más allá: denunció los sistemas financieros globales que, bajo el disfraz del progreso, generan deudas impagables que hunden a países enteros.“Cuando prevalece la búsqueda del lucro —dijo con severidad—, los demás dejan de ser personas. Ya no tienen rostro. Son solo objetos que se pueden explotar. Y así se pierde también el alma propia”.
El sucesor de Pedro comparó la usura moderna con los antiguos abusos de los publicanos del Evangelio. Recordó la historia de Zaqueo, el recaudador que cambió tras mirar a Cristo. “Solo la gratuidad transforma. Solo el amor puede liberar al hombre del ídolo del dinero”, señaló.
“LA CONVERSIÓN DEL USURERO ES UN MILAGRO QUE LA IGLESIA DEBE BUSCAR”
Fiel a su estilo directo y pastoral, pidió no solo acompañar a las víctimas sino también rezar por los verdugos. “La conversión del usurero —afirmó— es tan necesaria como la cercanía al que sufre. El Evangelio no busca venganza: busca redención”.
El Papa habló con compasión, pero sin suavizar su denuncia. “O recuperamos nuestra dignidad moral y espiritual, o caeremos en un pozo de suciedad”, subrayó.
UN GRITO QUE TRASPASA FRONTERAS
Mientras la crisis económica empuja a millones al endeudamiento y al desespero, la voz de León XIV resuena con fuerza profética: “Los pobres no son números. Son hermanos. Si los pueblos se arrodillan ante la usura, la Iglesia debe ponerse de pie por ellos”.
Así, entre los ecos de los antiguos profetas y las heridas del presente, el Papa volvió a recordarle al mundo que el dinero no puede ocupar el lugar de Dios.
Comentarios