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  • Foto del escritorCanal Vida

Esperar la luz de la eternidad

"En los sufrimientos de la vida podemos vislumbrar lo que Dios nos prometió, vida eterna", asegura el padre Rafael de Tomás Ferrer en su reflexión de la primera lectura de hoy (Job. 3,1-3.11-17.20-23)
 

Job abrió la boca y maldijo su día, diciendo:

«Muera el día en que nací

y la noche que anunció:

“Se ha concebido un varón”!


"Como aborto enterrado, no existiría, igual que criatura que no llega a ver la luz."

¿Por qué al salir del vientre no morí

o perecí al salir de las entrañas?


¿Por qué me recibió un regazo

y unos pechos me dieron de mamar?


Ahora descansaría tranquilo,

ahora dormiría descansado

con los reyes y consejeros de ¡a tierra

que se hacen levantar mausoleos,

o con los nobles que amontonan oro,

que acumulan plata en sus palacios.


Como aborto enterrado, no existiría,

igual que criatura que no llega a ver la luz.


Allí acaba el ajetreo de los malvados,

allí reposan los que están desfallecidos.


¿Por qué se da luz a un desgraciado

y vida a los que viven amargados,

que ansían la muerte que no llega

y la buscan más escondida que un tesoro,

que gozarían al contemplar el túmulo,

se alegrarían al encontrar la tumba;

al hombre que no encuentra camino

porque Dios le cerró la salida?».

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