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El Santo que Se Multiplicaba y Se Escondía

  • Foto del escritor: Canal Vida
    Canal Vida
  • 16 abr
  • 4 Min. de lectura
Patrono de las personas con deformaciones físicas, pastores y los que sufren en silencio. San Drogón fue un santo raro, diferente, y por eso, inolvidable.
San Drogón
San Drogón, un santo ermitaño distinto.

Nació en el año 1105 en Epinoy, Francia. Hijo de nobles, quedó huérfano siendo muy pequeño. Pero el lujo no lo atrapó. Drogón tenía algo que no se entendía: prefería dormir con los animales, rezar horas enteras y evitar las fiestas familiares. Dicen que hablaba con Dios... y que Dios le respondía.


A los 18 años, renunció a toda su herencia y se convirtió en peregrino perpetuo. Caminaba cientos de kilómetros descalzo, con una capucha que cubría su rostro. Algunos lo acusaban de estar “endemoniado”. Otros decían que tenía visiones. Nadie sabía de verdad quién era ese joven que oraba bajo los árboles con un bastón y una cruz de madera.

Pedro Kriskovich
EL DÍA QUE SE MULTIPLICÓ EN MISA

Uno de los episodios más inexplicables de su vida ocurrió en una misa en Sebourg. Mientras pastoreaba ovejas en las afueras del pueblo, los aldeanos lo vieron al mismo tiempo en la iglesia. Bilocación. Estaba en dos lugares al mismo tiempo. Testigos aseguran que su cuerpo estaba rezando en el campo… y de rodillas frente al altar.


San Drogón
En dos lugares al mismo tiempo. Hay cientos de historias sobre que san Drogón tenía el don de la bilocación.

Desde entonces, comenzó a crecer la leyenda del “Santo Doble”. Muchos peregrinos viajaban solo para verlo... o para ver si eran dos.



¿QUÉ ES LA BILOCACIÓN? – EL DON QUE DESARMA LA LÓGICA

La bilocación es un fenómeno místico atribuido a algunos santos, donde una persona aparece simultáneamente en dos lugares distintos. No es metáfora. Testigos aseguran haber visto a estos santos actuar, hablar o incluso tocar estando físicamente lejos.


La Iglesia no tiene una explicación científica, pero lo reconoce como un carisma extraordinario, que siempre ocurre para consolar, advertir o interceder.

🔹 Casos conocidos de bilocación:

  • San Pío de Pietrelcina (Padre Pío): lo vieron en Estados Unidos mientras nunca salió de Italia.


  • Santa María de Ágreda: evangelizaba indígenas en América… sin salir de su convento en España.


  • San Alfonso María de Ligorio: fue visto en el lecho de muerte del Papa Clemente XIV, mientras estaba enclaustrado.


San Drogón es uno de los casos más antiguos documentados. Testigos lo vieron cuidando ovejas y a la vez arrodillado en misa. Para muchos, el cuerpo estaba en la tierra… pero el alma estaba ya con Dios.

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EL HEDOR SAGRADO

Hay santos que perfuman. Drogón no. Al contrario: cuando entraba en éxtasis, su cuerpo emanaba un olor penetrante, mezcla de sudor, azufre e incienso. Nadie podía explicar el fenómeno. Los más devotos aseguraban que era una “purificación espiritual”. Los escépticos decían que era una enfermedad. Drogón no respondía. Solo rezaba.


Ese mismo olor fue lo que convenció a algunos religiosos de construirle una celda, donde pudiera vivir recluido sin molestar a nadie.



EL SANTO ENCERRADO QUE NO QUERÍA QUE LO VEAN

Durante los últimos 40 años de su vida, vivió encerrado en una celda adosada a la iglesia de Sebourg. Una pequeña ventana le permitía escuchar la misa y recibir alimentos. Jamás volvió a mostrar su rostro.


Se dice que su cara estaba deformada, que padecía lepra, o que no quería que la gente lo adorara. Pero nadie sabe. Lo cierto es que San Drogón desapareció del mundo antes de morir, y siguió orando como si estuviera frente a un altar.


Murió en el año 1186, un Lunes de Pascua. Al abrir su celda, encontraron una nota que decía: “He vivido con Dios y con los pobres. Lo demás no importa”.

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¿POR QUÉ LO LLAMAN EL SANTO DE LOS FEOS?

Drogón evitaba mostrarse. Algunos dicen que era por humildad. Otros afirman que tenía una deformación física y fue marginado desde niño. Por eso, con el tiempo, se convirtió en el patrono de los despreciados por su apariencia.


También es patrono de los pastores (porque vivió entre ovejas), de los solitarios, de los marginados, y —aunque suene raro— de los baristas y trabajadores del café, por una tradición francesa del siglo XIX que lo asoció al aroma intenso de su cuerpo.


✝️ Hoy, san Drogón es símbolo de:

  • Fe silenciosa

  • Inclusión desde el dolor

  • Belleza espiritual por encima del cuerpo

  • Santidad sin redes, sin micrófono, sin selfies


Es un santo incómodo, porque incomoda al ego. Pero es un santo necesario, porque abraza a los que el mundo rechaza.



¿MILAGRO O RAREZA?

San Drogón nunca fundó una orden, no escribió libros, ni combatió herejías. Su santidad se construyó desde la oscuridad, desde el encierro, desde el silencio.


Según narraron historiadores, cuando el santo del café falleció los aldeanos de su pueblo natal quisieron llevar su cuerpo de regreso a Épinoy. Pensaban enterrarlo “donde todo había comenzado”, entre los suyos. Prepararon un carro, colocaron el cuerpo envuelto en lino, y emprendieron la marcha. Pero no llegaron lejos.


San Drogon
Iglesia que se transformó e el santuario de san Drogón.

Apenas cruzaron el umbral de la iglesia de Sebourg, el carro se volvió inmanejable. Dos, luego cuatro, luego ocho hombres intentaron empujarlo. Nada. El eje crujía. Las ruedas no giraban. El suelo temblaba. El peso era insoportable.


Pensaron que se había roto. Cambiaron el carro. Nada. El cuerpo seguía sin moverse.

Entonces uno de los monjes susurró: “No quiere irse. Su alma eligió quedarse aquí”.


Los vecinos entendieron: Drogón no quería volver, ya había echado raíces en la tierra que lo vio vivir en silencio. Esa fue la señal. El pueblo se arrodilló. Y lo enterraron allí mismo, donde su cuerpo había decidido quedarse.


TUMBA
Tumba de san Drogón, en Sebourg.

Desde ese día, Sebourg se convirtió en tierra sagrada. Su tumba, en un lateral de la iglesia, aún recibe peregrinos que buscan consuelo, milagros o simplemente el valor para abrazar su fe sin aplausos.


Porque a veces, hasta los muertos deciden dónde quieren seguir hablando.

Mariano Mercado
UN SANTO PARA LOS QUE SIENTEN QUE NO ENCAJAN

San Drogón no fue un líder. Fue un marginado convertido en faro. No gritaba. Rezaba. No hablaba. Escuchaba. Y aún así, lo vieron en dos lugares a la vez. A veces, los que más se esconden… son los que Dios más muestra.

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